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08.07.17

El domingo 16 el pueblo venezolano decide

Los organizadores han dispuesto 1.766 puntos y 14.800 mesas receptoras en el ámbito nacional en diferentes instituciones, casas de sociedad civil e instituciones para el plebiscito. ¿Lo permitirá Maduro? ¿Aceptará una nueva derrota como la de las elecciones legislativas de diciembre de 2015?
Por Hugo Machín Fajardo

Cuando se hayan cumplido 107 días de movilización en las calles de Venezuela contra el gobierno de Nicolás Maduro -y ojalá que no, pero el número de víctimas quizás se acerque al centenar- el domingo 16 de julio tendrá lugar el “plebiscito popular” convocado por el amplio arco opositor que es mayoría legislativa en la Asamblea Nacional del país.

Considerado por los promotores, entre los que se cuentan ONGs, Universidades, organismos de derechos humanos, la Procuraduría General de la Nación y otras instituciones, como un acto de “desobediencia civil” amparado por la constitución chavista vigente dese 1999 -basado en los artículos 5, 71, 333 y 350 de la Constitución- el plebiscito se realizará 14 días antes de la Asamblea Constituyente convocada por el chavismo que ha sido cuestionada dentro y fuera del país por saltearse la Constitución.

El organismo constitucional que interviene en cuestiones electorales, Consejo Nacional Electoral (CNE), quedó expresamente excluido del plebiscito que en realidad constituye una gran encuesta nacional sobre el futuro del país.

Cinco rectores fueron seleccionados como garantes de velar por la transparencia del plebiscito: el padre José Virtuoso, rector de la Universidad Católica Andrés Bello; Cecilia García Arocha, rectora de la Universidad Central de Venezuela; Benjamín Scharifker, rector de la Universidad Metropolitana; Raúl López Sayago, rector de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL); y Jessy Divo, rectora de la Universidad de Carabobo.

En la papeleta, encabezada por la frase “El pueblo decide”, puesta a consideración de la ciudadanía se hacen tres preguntas cuya respuesta solo puede ser Sí o No:

  1. ¿Rechaza y desconoce la constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación del pueblo de Venezuela?

  2. ¿Demanda a la Fuerza Nacional y a todo funcionario público defender la Constitución de 1999 y respalda las decisiones de la Asamblea Nacional?

  3. ¿Aprueba que se proceda a la renovación de los Poderes Públicos de acuerdo a lo establecido  en la Constitución y la realización de elecciones libres y transparentes, así como la conformación de un gobierno de Unidad Nacional para restituir el orden constitucional?

Los organizadores han dispuesto 1.766 puntos y 14.800 mesas receptoras en el ámbito nacional en diferentes instituciones, casas de sociedad civil e instituciones para el plebiscito.

¿Lo permitirá Maduro? ¿Aceptará una nueva derrota como la de las elecciones legislativas de diciembre de 2015?

Según sondeo hecho entre el 29 de mayo y el 4 de junio por la encuestadora  Datanálisis, 4 de cada 5 venezolanos se oponen a la modificación impulsada por el Gobierno. La misma encuestadora había informado un mes antes que Maduro cuenta con un 25 por ciento de respaldo popular.

Parece difícil que el chavismo pueda impedirlo, salvo si aumenta la apuesta represora y provoca un baño de sangre.

Precisamente, el miércoles 5 de julio, Día de la Independencia de Venezuela, cuando la Asamblea Nacional aprobó convocar al plebiscito, se produjo la asonada contra el recinto parlamentario que despertó repudio mundial.

Nueve horas de asedio protagonizado por decenas de chavistas enardecidos que agredieron con garrotes, y piedras a legisladores, periodistas y funcionarios del Poder Legislativo, dejando un saldo de cuatro diputados seriamente heridos. Todo ocurrió durante casi media hora de pasividad militar de la Guarida Bolivariana encargada de la custodia de la Asamblea Nacional. El asalto fue dirigido por Oswaldo Rivero, conductor del programa Zurda Konducta que se trasmite por el canal estatal Venezolana de Televisión.

Escrutinio. La dictadura militar que imperó en Uruguay (1973-1985) convocó a un plebiscito en 1980 confiada en que lo ganaba sin tener que apelar al “fraude patriótico”, como llegó a comentarse en algún ámbito prodictadura, cuando los resultados parciales inclinaban el resultado a favor de la oposición democrática que finalmente quedó 57,2 por ciento a 42,8 por ciento.

Aun queriéndolo, los militares uruguayos no hubieran podido trampear el resultado de las urnas. Hace 37 años con la tecnología de entonces y la organización civil que controló circuito a circuito, la oposición tenía los resultados auténticos antes del anuncio oficial. Cierto es que ese caso -y debe merecidamente recordarse- la Corte Electoral de Uruguay cumplió con su papel.

En 2017, la oposición venezolana en uso de las TICs aplicadas a las redes sociales, puede monitorear al milímetro el cómputo que sus propios técnicos estarán realizando el domingo 16.

A partir de los resultados, ha dicho el vice presidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara, “se activará lo que hemos denominado <<La fase superior de la calle>>: el levantamiento de todo el país y la hora cero nacional”.