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07.04.17

La decisión del PS: Lagos o Guillier

(El Líbero) En vez de apoyar a un candidato, el PS debiera usar su posición e influencia para convertirse en el gran articulador de una renovada Nueva Mayoría. Como no tiene carta propia, debiera invitar a Lagos, a Guillier, e incluso a la propia Goic, a explicar sus posturas ante el partido. Con eso gana tiempo, pero también obliga a los candidatos a afinar sus propuestas teniendo en mente las prioridades y visiones del socialismo.
Por Patricio Navia

(El Líbero) Este fin de semana el Partido Socialista se enfrenta a una difícil decisión. Mientras los institucionalistas y tradicionalistas creen que el PS debe nominar al ex Presidente Ricardo Lagos como su candidato a La Moneda, los insurgentes creen que es mejor ir con el senador Alejandro Guillier, que tiene mejores números en las encuestas. Pero como nada garantiza que Guillier vaya a ser competitivo contra Sebastián Piñera en noviembre, la decisión de apoyar a alguien simplemente porque es popular debiera llevar al PS a optar por el único camino razonable: en vez de comprometerse ahora con la opción conservadora, pero principista, de Lagos, o con la arriesgada y oportunista apuesta de Guillier, el PS debiera aceptar que el presente es vergonzante e invitar a ambos candidatos a presentar sus posturas antes de tomar una decisión. Además de ganar tiempo para ver si Guillier se mantiene en el primer lugar de los sondeos, el partido se puede convertir en el articulador del programa de Gobierno de la Nueva Mayoría, independientemente de quién termine siendo nominado.

Al igual que en 2009, cuando la sorpresiva decisión de José Miguel Insulza de no buscar una candidatura presidencial dejó al PS sin candidato, este año los socialistas optaron por desechar las improbables candidaturas del mismo Insulza junto con las del abogado constitucionalista Fernando Atria. Con esa decisión, el PS se queda sin abanderado propio y el comité central del partido debiera decidir entre las candidaturas de Lagos y Guillier para fijar postura al interior de la Nueva Mayoría.

Aunque hay presión de ambos mandos por sumar al más importante de los partidos de izquierda, el PS no debiera sentirse obligado a escoger. Hay demasiadas incógnitas aún como para comprar en verde una candidatura presidencial. Faltando una semana para que venza el plazo de re-inscripción de partidos ante el Servel, ni el Partido Radical, que apoya a Guillier, ni el PPD, que apoya a Lagos, han logrado las firmas necesarias para reconstituirse. El PS, que ya logró las firmas, no debiera arriesgar a hacer el ridículo al apoyar a un candidato presidencial que tal vez ni siquiera se pueda inscribir.

Pero aun si el PR y el PPD logran completar las firmas e inscribirse hacia fines de la próxima semana, y consecuentemente Lagos y Guillier son oficialmente proclamados candidatos, nada asegura que la Nueva Mayoría vaya a tener primarias presidenciales. Hoy por hoy, eso depende de la DC. De ahí que resulta innecesariamente prematuro que el PS se la juegue por un novio sin siquiera saber si habrá boda.  Nadie está obligado a decidir el apoyo a un candidato para unas primarias cuya realización es incierta.

Como la disyuntiva electoral que causa la disputa entre Lagos y Guillier se basa en que el primero parece mejor preparado para ser Presidente y el segundo aparece mejor aspectado en las encuestas, tomar una decisión a favor del senador demasiado temprano implica un enorme riesgo. Si Guillier sigue estancado o empieza a desinflarse, el PS pagará los costos de una decisión irresponsable y autodestructiva. A su vez, si apoya a Lagos y éste decide bajarse ante la dificultad que tiene para convencer a los chilenos de su proyecto de volver al poder, el partido también quedará en una mala posición.

Ante la duda, lo mejor es abstenerse. En vez de apoyar a un candidato, el PS debiera usar su posición e influencia para convertirse en el gran articulador de una renovada Nueva Mayoría. Como no tiene carta propia, debiera invitar a Lagos, a Guillier, e incluso a la propia Goic, a explicar sus posturas ante el partido. Con eso gana tiempo, pero también obliga a los candidatos a afinar sus propuestas teniendo en mente las prioridades y visiones del socialismo. Si la NM opta por tener primarias, entonces el PS podrá decidir a cuál de los candidatos en carrera apoyará. Si en cambio las primarias no se realizan—porque la DC las bloquea o porque Lagos decide que necesita más tiempo para consolidar su candidatura o esperar que se desinfle la candidatura de Guillier—, el PS podrá esperar hasta agosto para dar su apoyo al candidato de la centroizquierda que mejor posicionado aparezca en las encuestas. Después de todo, como ya es claro que no habrá un militante del partido en la boleta presidencial, el PS debiese concentrarse en lograr una buena representación en el Congreso. Para ello es clave saber jugar las cartas que tiene en la compleja negociación para escoger al candidato presidencial de la centroizquierda.

Si bien siempre es complejo tomar decisiones difíciles, no hay necesidad de hacerlo antes de tiempo. Lo mejor que puede hacer el PS ahora respecto a qué candidato presidencial apoyará es esperar que pasen las semanas y, en vez de apostar con información incompleta por un nombre, dar su apoyo al candidato que a fines de agosto esté posicionado como el que mejor posibilidades tiene de ser competitivo contra Piñera en la elección presidencial.

Fuente: El Líbero (Santiago, Chile)