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11.02.16

El gato

(7 Miradas) Cualquier votante que se desilusione de Cambiemos, su puerta de salida más probable es Massa y no el FpV. Ahí está Massa, que espera pero ya no está solo.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) Así lo llama en la intimidad el ex ministro del interior Florencio Randazzo, mucho antes de todo lo que le aconteció políticamente durante 2015. ¿Será porque tiene 7 vidas? Estamos hablando de Sergio Massa (SM). Lo cierto es que es el líder opositor con mejor imagen a nivel nacional.

A partir del acompañamiento que le hizo al presidente en el Foro de Davos, hubo mucho debate sobre la conveniencia de su estrategia y la necesidad de diferenciarse para no quedar tan pegado al oficialismo.

Tal como lo demostró la elección del año pasado, el juego es más complejo de lo que aparenta. Y al ser más complejo, genera más oportunidades. Cuando se pensaba que si Macri (MM) entraba al balotaje implicaba la disolución de Massa, el primer mandatario logró su cometido, mientras que el candidato del Frente Renovador (FR) obtuvo el mayor porcentaje de un tercero en una elección presidencial desde 1983. Una rareza estadística, y un galimatías sociológico.

Por lo tanto, para evaluar la estrategia de Massa se deben considerar los siguientes ítems:

1.  El target de SM es un voto de cambio moderado, que creía que el kirchnerismo no le da respuestas, pero que al mismo tiempo temía que MM tuviera una mirada alejada del ciudadano de a pié y representara un regreso a los ´90.

2.  SM fue siempre “the second best”: era la mejor segunda opción tanto de los votantes de MM como de Daniel Scioli (DS), lo que le representaba una oportunidad y un gran riesgo al mismo tiempo.

3.  Durante la campaña se le criticó que no se definía entre el cambio y la continuidad, y que por eso mismo iba a quedar como “ni chicha, ni limonada”. Sin embargo, el propio MM lo desplazó muy eficientemente del andarivel del cambio moderado, ocupando el rol que SM tuvo durante 2013 y 2014.

4.  Ya con MM en el cargo, el 67 % dice que la principal oposición al gobierno nacional es CFK / el kircherismo / La Cámpora / el justicialismo. Sin embargo, cuando se consulta respecto quién le gustaría que fuera el principal opositor, la respuesta más citada es SM.

5.  El electorado modelo 2015 tiene muchos matices y es muy impactable por las actitudes. Desde ese punto de vista, la asistencia a Davos lo ubica preferencialmente en el propio electorado y en el macrista, en función de aquello del “second best”.

6.  2,6: nunca debe olvidarse de esta cifra. La sociedad no fue taxativa al elegir cambio (y eso está marcando mucho de la estrategia de la actual administración).

Cada vez que llega un nuevo presidente, la mayoría de la sociedad pide “que se lo ayude”, “no ponerle palos en la rueda”, “oposición responsable”, etc. Esa actitud la están compartiendo SM, el peronismo de Urtubey, etc. y Stolbizer.

¿Eso significa perder identidad? Depende. Si se lo sabe hacer convenientemente (palo y caricia), la estrategia puede rendir. También depende del timing: en los primeros tiempos más cercano y generoso, para luego tomar la distancia correspondiente. Para un candidato cuya matriz es “de matices”, lo que está haciendo es lo más rentable en términos de oportunidades del escenario competitivo.

Las estrategias son buenas o malas en función de: 1) el propio posicionamiento, y 2) el escenario competitivo. De lo primero ya se habló. Respecto a lo segundo hay 3 grandes actores: el oficialismo, el PJ oficial y el FR. SM tiene el desafío de la elección de 2017 en la provincia de Buenos Aires para empezar a edificar el 2019. Cualquier votante que se desilusione de Cambiemos, su puerta de salida más probable es Massa y no el FpV.

Ahí está Massa, que espera pero ya no está solo.

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)