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22.11.13

El desconocimiento del inglés y la competitividad de América Latina

Más de la mitad de la región se encuentra en la banda más baja del English Proficiency Index. Brasil, Colombia, Perú y Chile han mejorado, pero todavía carecen de una amplia base de personas que hablen suficiente inglés para convertirse en una fuerza de trabajo globalizada. Algunos países de la región, como México y Guatemala, han decrecido en el dominio del idioma.
Por Wanda Gonzalez Di Rosa

Según la publicación realizada por EF English Proficiency Index, en el cual se clasifica 60 países y territorios en función del nivel  de inglés de sus ciudadanos adultos, hay un déficit de conocimiento de este idioma en la mayoría de los países clasificados. Como dato a destacar, la región que más problemas presenta es América Latina, que se destaca por tener un pobre nivel de inglés.

En efecto, más de la mitad de la región se encuentra en la banda más baja del índice EPI EF.  Brasil, Colombia, Perú y Chile han mejorado, pero todavía carecen de una amplia base de personas que hablen suficiente inglés para convertirse en una  fuerza de trabajo globalizada. Algunos países de la  región, como México y Guatemala, han decrecido en el dominio del idioma.

Entre los aspectos más destacados de los resultados se encuentran: los países asiáticos, Indonesia y Vietnam, han transformado su nivel de inglés durante los últimos seis años. China también ha mejorado, pero no sorprende,  y Japón y Corea del Sur, a pesar de una enorme inversión privada, no están mejorando. En Europa, gran parte de los países se manejan con el idioma inglés bastante bien, aunque Francia mantiene una postura diferente en cuanto al tema de aprender inglés por cuestiones culturales de su nación. El Medio Oriente y el norte de África son las regiones más débiles en el dominio del inglés, a pesar de que su principal economía sea el petróleo y deban apostar por adquirir conocimientos de la lengua inglesa para fomentar mejores relaciones internacionales.

En el caso de América Latina, los resultados del EF English Proficiency Index demuestran una de las debilidades competitivas más importantes de la región. Es que aprender un idioma no solamente es cuestión de gustos y preferencias. Hoy en día saber un idioma, especialmente el inglés, se ha convertido en una necesidad. Año tras año, el mundo se globaliza de tal manera que es necesaria la comunicación con individuos de otras latitudes, ya que la información se descentraliza cada vez más, y el trabajo es menos localizado, generando una expansión mundial debido al nivel de desarrollo alcanzado por las sociedades del tercer milenio producto de su integración económica y cultural. Por esta razón, el inglés es el idioma universal y el idioma oficial de muchas Organizaciones Internacionales como la Unión Europea, Naciones Unidas o la Unesco. Además de ser una herramienta esencial al momento de transmitir algún tipo de información, ya sea laboral, cultural o social.

Los beneficios de aprender inglés han marcado una diferencia abismal entre quienes tienen un dominio sobre el idioma y quienes no lo dominan. Es un factor de desigualdad de oportunidades, y por ello la extrema importancia de aprenderlo antes de insertarnos en el mundo laboral.  

Por consiguiente, aprender inglés no debería ser considerado una opción sino una obligación, ya que facilita la integración social debido a que permite conocer otras culturas, estilos de vida y diferentes formas de pensar.  De esta manera, hoy en día es esencial capacitarse para tener conocimiento del inglés no sólo por cuestiones laborales, aunque ayude a obtener éxito en el mercado del trabajo, sobre todo en el ámbito anglosajón, sino también para comunicarse, poder acceder a mayor conocimiento e información.

Aún sabiendo el valor que produce dicho aprendizaje, no existen o existen muy pocas posibilidades para poder desarrollar este conocimiento. En gran parte de las instituciones educativas en el mundo, cuyo idioma oficial no es el inglés, ofrecen la enseñanza del mismo como segunda lengua impulsadas por la demanda que esta herramienta ha generado en las sociedades. Sin embargo, no hay buenos resultados en cuanto a que el dominio del idioma sea eficiente. Bien sea por la falta de interés de la persona o por el bajo nivel de las instituciones que no proporcionan resultados efectivos al momento de enseñar.

Como señala el mencionado informe, “a pesar de los beneficios del inglés que generan motivación e inversión, muchos países no pueden medir los resultados de sus esfuerzos. ¿Dónde están los beneficios concretos en forma de crecimiento económico y aumento de la competitividad?”