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29.06.09

Lole Reutemann en pole-position para el 2011

En el búnker de Reutemann, la verdadera base social peronista festejaba, mostrando su pobreza sin complejos. Abismos humanos, pero todos eran parte del PJ. Una muestra de las impresionantes cualidades transformistas del PJ y de su enorme poder de amalgamar y sumar. Está claro que “El Lole” es precandidato presidencial para el 2011.
Por Pablo Díaz de Brito

Carlos Alberto Reutemann, “El Lole”, ganó con lo justo, pero ganó. Sin publicidad profesional, sin plata grande, con la Casa Rosada en contra y apoyando a Agustín Rossi que le sacó casi un 10% de votos. Si no era por esto, ganaba caminando. Está claro que “El Lole” es precandidato presidencial para el 2011.

Mientras, en la señal de TV por cable Todo Noticias (TN), por esas horas de vértigo, el porteñísimo analista Rosendo Fraga y Sergio Berensztein de Poliarquía, igualmente porteño, peroraban sobre Mauricio Macri para el 2011. Lo veían casi perdedor a Reutemann cuando todavía parecía que el socialista Ricardo Giustiniani podía darle vuelta la taba. Pocas horas después los gobernadores pejotistas en bloque y decenas de otros caciques se encolumnarían con Reutemann, saturándole el teléfono. Además, ¿quién es Macri en Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, todo el norte, el oeste y el sur de la Argentina? Nadie, un marciano. No es vendible como candidato justicialista y no tiene base propia alguna.

Por otro lado, y volviendo al caso de Agustín Rossi –jefe del bloque de diputados k- los pejotistas no dejarán de hacerle a Néstor esta pregunta: con un presidenciable fuerte como el Lole, y él fuera de competencia para 2011, ¿cómo se le ocurrió ponerle un competidor propio como Rossi? Como presidente del PJ (acaba de renunciar) hizo lo imposible por hacer perder en su provincia al mejor precandidato del justicialismo para 2011. Una locura que Néstor deberá pagar, entre muchas otras boletas que ya le estarán pasando. “Son montos, es al pedo”, murmuraba un rabioso Papucho, mientras tenía el celular al rojo de tanto juntar escrutinios, sondeos, rumores y versiones.

Viene a cuento un apunte tipológico, antropológico. En la sede Rosario de Rossi vi bailar a la muchachada setentista, con looks y banderas ídem. Pibes de facultad. El mismo mundo pobló el Intercontinental de Buenos Aires; chicos que cantan sobre los desaparecidos, en un vocabulario autorreferencial que sólo ellos comprenden. En el búnker de Unión-PRO, niños bien se paseaban con las remeras impresas de De Narváez. En el búnker de Reutemann, la verdadera base social peronista festejaba, mostrando su pobreza sin complejos. Abismos humanos, pero todos eran parte del PJ. Una muestra de las impresionantes cualidades transformistas del PJ y de su enorme poder de amalgamar y sumar.

Volviendo a Santa Fe: yo creía que de la provincia salía un presidenciable y que el otro se bajaba. Me equivoqué: siguen los dos. “Binner no iba en la boleta Pablo, y mirá los votos que le hizo ganar a Pechito (Giustiniani)”, me anotaba con acierto Papucho, mientras seguía arriba de la montaña rusa del cierre y el escrutinio santafesino. Y con la debacle porteña de Lilita, Binner se posiciona más que bien. Por otro lado, sinceramente no entiendo a los radicales que lo "ven" a Cobos. No conozco a nadie que lo considere presidenciable.

Pero en fin, falta mucho, se verá. Lo único que vale es que se confirma el definitivo ocaso del poder K. Perdió todo lo que podía perder. Su aparición en el Intercontinental lo dijo todo, aún antes de hablar.