Artículos

03.04.19

Aborto ¿influye o no influye en el voto?

(7 Miradas) El clima social de angustia e incertidumbre por lo económico difícilmente dé espacio a cuestiones valóricas como el aborto (salvo que la economía rinda frutos). Dependerá que se instale o no del contexto socio cultural de cada provincia.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) Con el tamaño de debate que se armó el año pasado, muchos arriesgaron que definitivamente iba a ser un tema en las campañas de este año, y que la sociedad iba a interpelar a los candidatos para que se definan. ¿Está sucediendo eso? Como siempre, debe verse esto con cuidado, analizando los matices y poniéndolo en contexto.

Al ser un tema que afecta las creencias religiosas, las sensibilidades personales, las convicciones filosóficas, y corta al medio a casi todo el espectro político, no caben las afirmaciones taxativas sobre si sí o no va a influenciar. Está claro que es un gran ejemplo de lo que se ha dado en llamar hace unos 15 años el “debate valórico”, en donde los votantes ya no miran las cuestiones más obvias –la economía o la seguridad- y pasa a debatir sobre cuestiones profundas, pero que en ninguna lista de prioridades se destaca demasiado. Un ejemplo clásico es la elección en la que Bush hijo le ganó a Kerry (2004), donde se terminó debatiendo sobre cuestiones como el aborto, si había que rezar o no en las escuelas, o si se debía enseñar o no la teoría evolucionista de Darwin. ¿Estamos en ese punto en la Argentina? A priori no demasiado.

  1. Ver el contexto. El principal sentimiento de la sociedad es la angustia por la cuestión económica. Eso no deja mucho espacio para debatir sobre otras cosas. En los grupos focales que realizamos los últimos 2 meses en varias provincias del país sentimos que: a) la gente rehúye hablar del tema (sobre todo los hombres); b) el tema nunca salió espontáneamente como preocupación; c) la primera línea de discurso siempre fue “es un tema muy delicado”; y d) primaron las opiniones contrarias al aborto (aunque esto no signifique que eran la mayoría, sino que los que están a favor se mantuvieron callados).
  2. La agenda política. El año pasado ya se debatió sobre el aborto en el Congreso, y parece difícil que en este súper año electoral el tema vuelva a tratarse. Si no hay una ley específica, es más probable que la discusión pierda fuerza.
  3. La transversalidad política. En casi todos los espacios se prefiere obviar el tema, ya que divide aguas entre los dirigentes y dentro de los votantes a un mismo partido. Ergo: ¿para qué comprarse un problema más?

Vayamos al grano:

  • La clave fue cuando le preguntamos a los entrevistados si podría cambiar su voto en función de si un candidato al que querrían elegir se manifestase en contra de la postura de cada uno sobre el aborto. La mayoría se animó a decir que sí, un poco tímidamente.
  • Luego consultamos si conocían las posturas de los candidatos sobre el tema: casi nadie sabía nada sobre el tema.
  • El tercer punto fue cuando alguien dijo que X estaba a favor del aborto. Casi nadie lo sabía.
  • El cuarto tópico fue: los que querían votar a X ¿qué pensaban entonces del tema ahora que estaba esta información? Solo se obtuvieron respuestas con medias palabras.

Por alguna razón que desconozco, en las redes los grupos más movilizados son los “pro vida”, sobre todo en provincias donde la postura mayoritaria parece ser contraria al aborto. Están identificando públicamente a los candidatos “verdes” (que en algunas provincias son todos los principales) a los que no se debe votar. Sin embargo, no se están convirtiendo en un issue en “la conversación ciudadana”.

Moralejas:

  1. El clima social de angustia e incertidumbre por lo económico difícilmente dé espacio a cuestiones valóricas como el aborto (salvo que la economía rinda frutos).
  2. Dependerá que se instale o no del contexto socio cultural de cada provincia.
  3. Es más probable que se instale en la discusión presidencial, ya que ahí se expresan más las diferencias ideológicas que en las provinciales o municipales.
  4. Para que se instale con más fuerza hace falta que las 2 posiciones se expresen con fuerza (eso no está sucediendo hoy).
  5. El temor de la dirigencia política no ayuda a la instalación.
  6. Se necesitaría una instancia de debate concreta (un proyecto de ley) para que las chispas armen una fogata. Este año parece poco probable.

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)