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17.08.17

Medidas reaccionarias contra la agricultura cubana

(Cubaencuentro) Mientras la agricultura cubana siga dependiendo de la administración directa del estado cubano seguiremos en la «angustia cotidiana» para lograr la alimentación diaria. No hay ninguna justificación plausible para proponer medidas erráticas que no resuelven los problemas estructurales de la agricultura e incrementar un control asfixiante. La evidencia es que el gobierno, el estado y los funcionarios públicos son incompetentes para esta tarea como para las demás.
Por Marlene Azor Hernández

(Cubaencuentro) Eddy Soca Baldoquín, director de Suelos y Control de la Tierra del Ministerio de la Agricultura —dizque master, no se dice de qué— anuncia nuevas medidas reaccionarias contra la producción agrícola en el país.[1]

Como es habitual en las políticas públicas cubanas, nunca se observan los puntos de partida para promulgar nuevas políticas, lo cual es un “juego de ciegos dando palos” para obstaculizar y nunca mejorar e incentivar la producción y los servicios. La pobreza y la inseguridad alimentaria en Cuba es el resultado de las políticas económicas erráticas de funcionarios públicos ignorantes de la realidad del país encerrados en sus oficinas climatizadas. Pero también estos funcionarios son ignorantes de los mecanismos económicos para sacar al país del “abismo”. Esta incompetencia nada tiene que ver con el embargo económico de EEUU. Los economistas cubanos, una vez más, son “olvidados”.

Los puntos de partida de la agricultura cubana

  • No existe la seguridad alimentaria en el país, según el general/presidente Raúl Castro.
  • Hoy los agricultores tienen la obligación de entregar el 70 % y 75 % de su producción al Estado, con precios muy por debajo del mercado.
  • Los mercados mayoristas para los campesinos son muy caros, los insumos de muy baja calidad y no se encuentran los bienes necesarios para producir. Sólo unos rústicos instrumentos que se rompen y no sirven para trabajar como denuncian los propios campesinos.
  • Hoy el Estado tiene atrasos de pago a los campesinos y el asunto se reproduce en todos los rincones del país. No se respeta al productor.
  • Los créditos son insuficientes para respaldar la gestión de los campesinos.
  • Usufructuarios, cooperativistas y estatales tienen prohibido la importación y exportación de bienes, insumos, capital y tecnología. Todo pasa por el Ministerio de la Agricultura, las OCDE y el Ministerio del Comercio Exterior. Ninguno de estos organismos garantiza lo imprescindible para la producción, la exportación, la importación, el transporte y el consumo en el mercado interno. Toda la cadena de estos órganos parasita de la magra producción de la agricultura y la ganadería del país y obstaculizan la producción de bienes y servicios.
  • Acopio, organismo estatal de recolección mayorista en décadas ha demostrado que nunca tiene los recursos para recolectar la producción: Carece de envases, de transporte y de combustible. El 57 % de la producción agrícola se echa a perder en los campos.[2]

Medidas reaccionarias

Dice el funcionario:

  1. Entre las medidas aprobadas, por el Consejo de Ministros, destaca “la que autoriza a las personas naturales —que reciban tierras o a las que ya las recibieron— a vincularse e integrarse a las empresas agropecuarias, azucareras o forestales (Unidad Empresarial de Base, UEB)”. Esta medida es un paso hacia la re-estatalización estalinista de la agricultura cubana que ha dejado al país en la inseguridad y la pobreza alimentaria. Ya los usufructuarios tienen que pasar para su gestión de insumos y créditos, a través de las cooperativas, lo cual genera numerosos trámites engorrosos y siempre ineficaces. Ahora los invitan a volverse estatales para ser aún más esquilmados por la ineficiencia estatal.
  2. Obligatoriedad de sembrar alimento animal en las tierras entregadas para el desarrollo del ganado mayor en el país, hasta cubrir el balance alimentario de la masa que posee el usufructuario. Esta medida impide que los productores de ganado opten por comprar sus insumos a otros proveedores.
  3. Se amplía el tiempo del usufructo a 20 años con prórroga, pero no se garantiza las condiciones indispensables para producir con los 7 obstáculos que ya he mencionado en los puntos de partida.
  4. Nueva causa de extinción del usufructo el empleo de financiamientos ilícitos. Esta medida es reaccionaria en tanto por ley el único autorizado a dar créditos es el Estado cubano. Ya he señalado que son créditos que no satisfacen las demandas de la producción y la mantienen paupérrima. Sin embargo, el Gobierno, en vez de regular el financiamiento privado extranjero y cubano para la producción agropecuaria, prohíbe nuevas fuentes de financiación que no sean estatales. Y las provisiones estatales de recursos y mercados siempre tienen la coletilla de “en la medida de las posibilidades del país” y en sesenta años no han existido esas posibilidades por lo que las nuevas medidas son reaccionarias para profundizar la inseguridad alimentaria de Cuba.

¿Y los economistas?

Sin embargo, recuerdo de nuevo al gobierno cubano y a sus incompetentes funcionarios públicos las medidas que han propuesto los economistas cubanos dentro y fuera del país con relación a la agricultura:

  1. Disminuir o eliminar el 70 % o 75 % de entregas obligatorias el Estado —con precios por debajo del mercado— a los productores privados y cooperativos agropecuarios. Los crecimientos productivos de la agricultura no aseguran las necesidades alimentarias.
  2. Sustituir los 2 mil millones de dólares de importación de alimentos anuales, en inversiones y créditos a la agricultura hoy muy ineficientes.
  3. Acelerar la creación de cooperativas comercializadoras para los productos agrícolas hoy inexistentes. Acopio deja pudrir en los campos el 57 % de la producción.
  4. Hacer real la personalidad jurídica de las cooperativas de producción y servicios, que cinco años después de admitir su presencia, no logran importar ni exportar sus productos, pero tampoco insumos y fuentes de capital.
  5. Dar seguridad jurídica a la micro y pequeña empresa privada, que hasta ahora es una promesa incumplida y la hace depender de las ineficientes gestiones estatales sobre los recursos y los mercados.
  6. Permitir la creación de mercados mayoristas mixtos con la inversión extranjera en unión con la economía no estatal y estatal, con la prohibición de cualquier monopolio, ni estatal, ni extranjero, ni privado nacional.
  7. Aumentar los créditos a la agricultura en colaboración con la inversión extranjera directa.

Mientras la agricultura cubana siga dependiendo de la administración directa del estado cubano seguiremos en la “angustia cotidiana” para lograr la alimentación diaria. No hay ninguna justificación plausible para proponer medidas erráticas que no resuelven los problemas estructurales de la agricultura e incrementar un control asfixiante y no regulaciones sensatas. La evidencia es que el gobierno, el estado y los funcionarios públicos son incompetentes para esta tarea como para las demás. El país sigue en el “abismo”.


[1] Dianet Doimeadiós Guerrero “Cuba modifica política para la entrega de tierras en usufructo”, en Cubadebate.cu, 16 de agosto de 2017.

[2] “Cuba pierde 57 por ciento de los alimentos que produce” en oncubamagazine.com 23 de mayo 2017. Según, Mundubat una ONG del País Vasco con amplias relaciones con el Gobierno cubano y que publica su informe.

Fuente: Cubaencuentro