(7 Miradas) Siempre que se analice el escenario político hasta el año próximo deberá tenerse en mente una cifra: 2,6. Es la diferencia de puntos por la que ganó Macri en el balotaje. Él lo entiende. La política también. Los empresarios y los sindicalistas también. Si la sociedad lo comprende, bingo para él.

Por Carlos Fara

(7 Miradas) Decía “Il Divo” (apodo de Giulio Andreotti, varias veces primer ministro italiano, y pieza clave del sistema político de posguerra): “el poder desgasta… a quien no lo tiene”.

Esta frase, que podría ser la verdad número 21 del peronismo (una jamás escrita), ha pasado a formar parte de la matriz cultural del poder en la Argentina: todos creen -como Néstor Kirchner- que si se quiere ejercer el poder realmente, hay que llevarse puesto algo (un lobby, un líder, una regla constitucional, etc.).

El nuevo gobierno nacional no quiere parecer débil. A veces le salió mejor -como echar a Sabatella- y otras no -como la designación de los nuevos ministros de la Corte Suprema. Pero tiene claro que no quiere / no puede depender de comenzar con traspiés políticos de importancia. Eso sería en caso que quisiera hacer pasar alguna decisión por el Congreso y sea rebotada, porque ya no hay vuelta atrás (el recuerdo de la fallida ley Mucci de Alfonsín). Tampoco puede caer en el “quiero, pero no puedo / no me dejan”. La matriz cultural se cansa de la victimización, a la corta o a la larga.

Esto por supuesto despertó un gran debate sobre el estilo de gobernar: si se caen en las mismas formas de decisionismo del kirchnerismo / peronismo ¿realmente hay un cambio? Es en ese sentido por el cual esta columna comienza con la famosa frase de Andreotti.

En política hay varias cosas fatales. Señalamos habitualmente dos: 1) no tener poder, ya que la sociedad mira con indolencia al “impotente”; y 2) no hacer, porque siempre es preferible debatir sobre hechos, que sobre la inacción, o la incapacidad. A juzgar por los 8 años de experiencia del macrismo en la ciudad, estas lecciones de real politik están aprendidas. Luego habrá que ver la calidad de la praxis en cada caso.

De todos modos, es importante para este gobierno cuidar los modales. O aplicar el famoso “lo cortés no quita lo valiente” (o “lo valiente no quita lo cortés”). En este sentido, su público tiene una alta expectativa, que con algunos gestos Macri la está satisfaciendo: conferencias de prensa, atención a los medios, bajo nivel de confrontación, ausencia de exabruptos, apertura al mundo, etc.

Siempre que se analice el escenario político hasta el año próximo deberá tenerse en mente una cifra: 2,6. Es la diferencia de puntos por la que ganó Macri en el balotaje. Él lo entiende. La política también. Los empresarios y los sindicalistas también. Si la sociedad lo comprende, bingo para él.

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)