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12.03.14

El grito desesperado de un pueblo

El pueblo venezolano está dando forma a su propio destino. Están demostrando que las calles son del pueblo, que la verdad no se oculta por más dinero, balas y hambre exista. El regionalmente propugnado socialismo del siglo XXI resultó ser el fascismo nefasto y cruel del siglo XXI.
Por Fernanda San Martín Carrasco

Hace ya casi un mes que las protestas en las calles de Venezuela comenzaron y el saldo hoy es varios heridos y 20 muertos. Empezaron los jóvenes estudiantes y se sumó toda la ciudadanía, amas de casa, profesionales, médicos, etc. La población reclama por la subida de precios, la inflación galopante, la escasez de alimentos, la inseguridad ciudadana (en Venezuela el año 2013 se registraron 24.763 homicidios, equivalente aproximadamente a 79 por cada 100 mil habitantes) y el atropello al derecho de libertad de expresión y libertad de prensa.

La reacción del gobierno de Maduro fue la de sacar a la Guardia Nacional (la policía venezolana) a reprimir las manifestaciones de una manera muy dura y agresiva. Mientras los estudiantes protestaban con carteles, con la bandera venezolana como estandarte, la fuerza del orden utilizaba armamento con balas reales. La situación se ha agravado en los últimos días, cuando grupos armados paramilitares los denominados “colectivos” como los Tupamaru, con aparentes órdenes del gobierno y protección de la Guardia Nacional han respondido a las protestas con agresiones físicas y amedrentando a los ciudadanos. La Guardia Nacional allana viviendas sin orden judicial, destruyen propiedad privada de los que no están de acuerdo con el Régimen. Mientras tanto el presidente Maduro expulsa emisoras de noticias internacionales para evitar que la verdad de lo que ocurre en el país salga a la comunidad internacional. Y adicionalmente insulta de derechistas neoliberales a estudiantes que son demasiado jóvenes para entender la Guerra Fría porque ninguno la vivió; los únicos que todavía la viven son los populistas que identifican como enemigos a los que no comparten su visión totalitaria.

Los derechos humanos, las libertades públicas (derecho a la libertad de opinión, expresión, prensa), los derechos a la inviolabilidad de la propiedad privada, el derecho a un debido proceso y a garantías procesales, en fin toda la base de una sociedad democrática es violada diariamente en Venezuela, casi nada queda de un régimen democrático y si bien ha sido elegido en las urnas, eso no significa que se le otorgue un cheque en blanco con la potestad del otrora cesar romano que decidía quien vivía y quien moría en la arena.

EL pueblo venezolano lucha por su patria, para recobrar ese lugar donde deberías sentirte seguro y protegido por el gobierno, sea este de la tendencia política que fuere. Luchan por lo principios democráticos y por el destino funesto al cual lleva al país su presidente. Son momentos de decisión en los cuales el pueblo venezolano está dando forma a su propio destino. Están demostrando que las calles son del pueblo, que la verdad no se oculta por más dinero, balas y hambre exista. El regionalmente propugnado socialismo del siglo XXI resultó ser el fascismo nefasto y cruel del siglo XXI.

¿Pero el resto de América Latina dónde está? Algunos hacen la vista gorda para evitar meterse en fuego cruzado, algunos pocos condenan lo que ocurre y otros como el gobierno boliviano son cómplices de los crímenes contra el pueblo venezolano perpetrados por el presidente Maduro. El tiempo y la historia los juzgara. Pero mientras tanto las familias de los muertos no tienen paz. La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad. (Epicteto de Frigia)