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25.04.13

Hay pólvora en el ambiente

(7 Miradas) La gran pregunta que debe hacerse respecto a las elecciones de este año es si los votantes opositores solo quieren mandar un mensaje de advertencia, o quieren efectuar un fuerte voto castigo. De ser esta última hipótesis, la elección podría tender a polarizarse, favoreciendo a la principal fuerza opositora en cada distrito.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) El 18-A era un misterio. No existía el ambiente previo del 8-N, ni en la calle, ni en las redes sociales. Sin embargo, otro boom se produjo. ¿Qué pasó?

Como lo dijimos hace algunas semanas en esta columna, el gobierno venía en una meseta descendente, pero no lo suficientemente grave como para que hubiera clima de salir a la calle. Según el monitoreo y análisis realizado por SocialEyez en los medios sociales, la ciber actividad era un 25% menor a la de la manifestación de noviembre, pero las posiciones negativas se incrementaron proporcionalmente. ¿Esto significa que los pro-gobierno se quedaron pasivos porque no les pareció que iba a ser algo importante? ¿O porque los votantes del oficialismo están menos motivados?

¿Qué pasaba en la sociedad? El lunes 15 nuestra consultora realizó varios focus en público no kirchnerista de la ciudad de Buenos Aires y detectó lo siguiente:

-Sobre la situación del país la calificaban negativamente, sin soluciones, adjudicándole la responsabilidad de la situación actual a toda la clase política.

-Los temas más preocupantes eran inseguridad, inflación, educación, salud.

-Sobre el gobierno de CFK no había críticas fuertes. Se le reconocen cosas: políticas sociales, DDHH, inclusión social. Lo negativo es la falta de respuesta respecto a la inflación, la inseguridad, y lo económico en general.

-Están en contra de la reforma con re reelección.

-Respecto a la democratización de la justica tenían poca información, y en todo caso se la veía como otra interferencia del Poder Ejecutivo.

Hubo entonces dos hechos detonantes: las repercusiones del programa de Lanata del domingo 14 de abril y la toma de conciencia sobre el contenido de los proyectos de ley del gobierno respecto a la reforma de la justicia. Como se puede ver en el estudio cualitativo mencionado, no había una espontánea mención al tema de la corrupción –el contenido del programa de Lanata- ni a la cuestión institucional –las leyes del gobierno.

Esto significa que frente a la aparente calma, hay suficiente pólvora en el ambiente como para que los factores mencionados produzcan una explosión. La gran pregunta que debe hacerse respecto a las elecciones de este año es si los votantes opositores solo quieren mandar un mensaje de advertencia, o quieren efectuar un fuerte voto castigo. De ser esta última hipótesis, la elección podría tender a polarizarse, favoreciendo a la principal fuerza opositora en cada distrito.

De todos modos, no hay que engañarse: el gobierno tiene suficiente poder de fuego electoral como para ser el más votado en octubre.

Fuente: (7 Miradas)