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01.06.12

Por quién suenan las cacerolas

(Radio Buenos Aires/Blog El País, España) mientras que la Legislatura de la provincia de Buenos Aires se disponía a aprobar un revalúo de las tierras rurales, que había sido muy combatido por las entidades del campo, algunos vecinos salieron otra vez cacerola en mano. El ruido se escuchó en los barrios de mayor poder adquisitivo de la ciudad y en el corredor norte del conurbano, que es también el que mejor cotiza. En este mapa recortado con tanta nitidez según nivel de ingreso, se produjo una excepción curiosa: en apariencia, en Puerto Madero, el barrio más selecto, habitado por muchos funcionarios del Gobierno y empresarios de fortuna rápida, prevalecieron los sonidos habituales.
Por María O'Donnell

(Radio Buenos Aires/Blog El País, España) La convocatoria circuló en cadenas de mails, por las redes sociales y a través de mensajes de celular.

Por una Argentina como la que todos queremos, digamos BASTA.
Basta de falta de medicamentos.
Basta de trabas a las importaciones y exportaciones.
Basta de cepo al dólar.
Basta de Ciccones.
Basta de violencia verbal.
Basta de expropiaciones.
Basta de patoterismos.
Basta de impunidad.
Basta de autoritarismo.
Basta de no diálogo.
Basta de INSEGURIDAD.
Basta de corrupción.
CACEROLAZO y/o BOCINAZO el próximo jueves 31 de mayo 20.30 horas.
Seguir difusión... si querés hacer algo para cambiar nuestra Argentina!!!

Como yo no había recibido ningún mensaje que me alertara, el ruido de la bocinas me sorprendió a esa hora mientras manejaba por la señorial Avenida del Libertador, en uno de los barrios con el metro cuadrado más cotizado de la ciudad de Buenos Aires, camino a un canal de televisión.

Enseguida empecé a recibir mensajes de texto de familiares y amigos. Me contaban que las cacerolas repiqueteaban en la Recoleta y en Belgrano; y luego, también me llegaron por Twitter relatos de que algunos vecinos se hicieron escuchar en Caballito y en Villa Crespo, que son barrios más de clase media.

Otra vez sonaban las cacerolas (aunque esta vez con menos intensidad que otras), ¿novedosa? forma de protesta que alumbró en diciembre del 2001, tras la explosión de la convertibilidad uno a uno entre el peso y el dólar, por las restricciones impuestas al retiro de fondos en los bancos. Los titulares de las cuentas, cacerola en mano, casi siempre con la ayuda de una cuchara de madera, marcharon a protestar a la Plaza de Mayo o frente a las sucursales de los bancos, que bajaron sus pesadas cortinas para impedirle el paso a sus propios clientes.

Aquella vez, el malestar de la clase media coincidió y potenció la insurgencia de un sector amplio de la sociedad, asentado en el conurbano y otras barriadas del país, que se encontraba marginado, desempleado y empobrecido después de muchos años de ajuste y recesión. El encuentro entre la clase media con los sectores más carenciados derrumbó al gobierno de Fernando De la Rúa.

La cacerolas volvieron a ser protagonistas a comienzos del año 2008. Sonaron en la ciudad, y en contra de la famosa resolución 125, con la que el Gobierno pretendió imponer retenciones móviles a las exportaciones de granos, para que aumentaran a medida que subía el precio internacional.

La medida, que había despertado una fuerte resistencia de los sectores terratenientes, y también de los pequeños y medianos propietarios rurales, terminó siendo derrotada en el Congreso. Pero la comunión del 2001 no se repitió: las cacerolas quedaron asociadas al reclamo del sector más privilegiado de la sociedad.    

La expresión más caricaturesca de la composición social de aquella protesta quedó plasmada en la foto de una señora que salió a la calle a pasear su enojo en compañía de su empleada doméstica, quien no se quitó el uniforme de trabajo y se hizo cargo de golpear la cacerola, mientras que su empleadora sólo portaba la cartera.

Anoche, mientras que la Legislatura de la provincia de Buenos Aires se disponía a aprobar un revalúo de las tierras rurales, que había sido muy combatido por las entidades del campo, algunos vecinos salieron otra vez cacerola en mano. El ruido se escuchó en los barrios de mayor poder adquisitivo de la ciudad y en el corredor norte del conurbano, que es también el que mejor cotiza.

En este mapa recortado con tanta nitidez según nivel de ingreso, se produjo una excepción curiosa: en apariencia, en Puerto Madero, el barrio más selecto, habitado por muchos funcionarios del Gobierno y empresarios de fortuna rápida, prevalecieron los sonidos habituales.

Por las redes sociales circularon fotos y comentarios muy ácidos y burlones sobre los protagonistas de la protesta, que no parecían movilizados en contra de nada en particular, aunque el rechazo a la figura de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner emergía como un denominador común aglutinante.

Rescato algunos mensajes de Twitter como para recrear la mirada de los refractarios a las cacerolas.

Fernando Renzi, escribió "Cafecito de Starbucks y habano. No llevó a la mucama porque tenía a la esposa a mano. Alto garca". Acompañaba con la siguiente foto:

Fuente: Blogs El Pais (Madrid, España)