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21.06.10

Juan Manuel Santos será el nuevo presidente de Colombia

No le faltan desafíos al gobierno que a partir del siete de agosto presidirá Santos. De los 45 millones de colombianos, 19 millones viven en la pobreza y siete en la marginalidad; el endeudamiento y déficit fiscal comprometen los cuatro años que vienen; las relaciones con Venezuela en su peor momento y la corrupción que le cuesta a l país billones de dólares.
Por Hugo Machín Fajardo

En una jornada electoral que se vio ensombrecida por al menos la muerte de dieciséis personas, debido a enfrentamientos entre uniformados e integrantes de las Farc, Juan Manuel Santos obtuvo el 69.06% de los votos, equivalentes a más de nueve millones de votos, el mayor número de sufragios obtenidos por un candidato en la historia de Colombia Santos consolidó un rotundo triunfo sobre su oponente, el candidato del Partido Verde, Antanas Mockus, que alcanzó un 27.51% equivalente a tres millones 586 mil votos.

El total de votantes fue de 13 millones 332 mil, o sea un participación de 44% del cuerpo electoral y hubo una abstención de 55%, confirmando los pronósticos que advirtieron sobre un descenso de la participación ciudadana respecto a la primera vuelta ganada de manera holgada (46% a 21%) por Santos.

¿Quién es el nuevo presidente de Colombia? Juan Manuel Santos Calderón, 58 años, graduado en economía y administración de empresas en la Escuela de Economía de Londres y en la Universidad de Harvard. Sobrino nieto de un presidente de Colombia, el liberal Eduardo Santos Montejo (1938-1942), pertenece a una tradicional familia bogotana, fue ministro de Comercio Exterior, Hacienda y Defensa en los gobiernos de Cesar Gaviria (Partido Liberal), Andrés Pastrana (Partido Conservador) y Álvaro Uribe (Partido de la Unidad Nacional), respectivamente. Exitoso en la actividad privada, ex periodista y accionista hasta hace unos meses del principal periódico del país, El Tiempo, integrante de misiones de defensa de la libertad de prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en el Chile de Pinochet y la Nicaragua sandinista de los ochenta, fue presidente del Comité Ejecutivo del Partido Liberal, al que abandonó para organizar, en torno a Uribe, en 2005, el Partido de la Unidad Nacional (Partido de la “U”).

En 1999 presentó su libro “La Tercera Vía: una alternativa para Colombia”, en el que contó con la colaboración del entonces primer ministro británico Tony Blair. En 2009 publicó “Jaque al Terror: los años horribles de las FARC”, con prólogo del escritor mexicano Carlos Fuentes, libro en que describe los duros golpes asestados a esa organización guerrillera durante los casi tres años (2006-2009), en que estuvo al frente del Ministerio de Defensa del gobierno de Uribe.


Juan Manuel Santos y Alvaro Uribe

Heredero de la gestión de Álvaro Uribe (2002-2010), su pasaje por el Ministerio de Defensa le identificó con el principal logro de Uribe: la seguridad democrática, que se traduce en el acotamiento impuesto al accionar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y al Ejército de Liberación Nacional (ELN), principales grupos armados que operan en el país; a lo que se suma el proceso de desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), ejércitos de paramilitares que inicialmente actuaron en connivencia con el ejército regular para contrarrestar el accionar guerrillero en diversas regiones del territorio colombiano, violaron masivamente los derechos humanos de población civil y devinieron en copatrocinadores del narcotráfico.

El narcotraficante y paramilitar Salvatore Mancuso, máximo comandante de las AUC - recluido desde agosto de 2009 en la cárcel Northern Neck Regional, en Warsaw, Virginia, tras ser extraditado a Estados Unidos– en 2007 declaró que Santos en 1997 había planeado derrocar al entonces presidente Ernesto Samper (Partido Liberal) y establecer un alto al fuego con los grupos guerrilleros y reestructurar el estado. Esta acusación, sumada a otros hechos vinculados a escuchas ilegales y sus intervenciones en las relaciones bilaterales con Venezuela, generaron una moción de censura parlamentaria impulsada por el Partido Liberal y el Polo Democrático Alternativo que no prosperó al ser rechazada la moción en el Congreso.

Justicia y paz

Según cifras de la oficial Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR), durante la administración Uribe fueron entregados 27 mil fusiles (32 mil de la AUC y 15 mil de las Farc, y ELN). En cinco años de aplicación de la Ley de Justicia y Paz, se lograron aclarar más de 45 mil hechos criminales, entre los cuales 16 mil homicidios, según el presidente de la CNRR, Eduardo Pizarro Leongómez, hermano del ex candidato presidencial de izquierda, Carlos Pizarro, asesinado el 26 de abril de 1990, luego de haberse reinsertado en la vida democrática con su movimiento guerrillero M-19.

Un informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), de noviembre de 2009, señala que “la calidad de (la democracia colombiana) tiene que entrar a debate en aspectos tales como el respeto por los derechos humanos, el acceso y ejercicio del poder con base en normas superiores preestablecidas, la transparencia y justicia del proceso electoral, la capacidad de representación y funcionamiento de los partidos políticos”, como prioridades. (*)

Santos asienta su fortaleza en la abrumadora mayoría del Congreso, cuenta con el ochenta por ciento, pero, como se sostiene en el informe citado, “la crisis de la parapolítica (los vínculos de los congresistas con el paramilitarismo) ha socavado la legitimidad de las instituciones fundamentales de la representación democrática: los partidos políticos y el Congreso”.

Según datos de la CNRR “ya hay 59 congresistas judicializados por parapolítica. Además, permanecen 334 casos en manos de la fiscalía y 47 en la Corte Suprema de Justicia por el mismo tema”. El trabajo del PNDU agrega que la oficina del fiscal general “ha entregado información a la Corte Suprema que facilitará la investigación de cinco miembros, pues expone sus vínculos con grupos de la guerrilla izquierdista”.

 En las elecciones del 14 marzo en que se renovó el Congreso, menudearon las denuncias de compra de votos, de congresistas electos que en realidad son “testaferros” de ex congresistas procesados por la justicia. Al menos diecinueve senadores fueron electos con las maquinarias de los para-políticos condenados o procesados, según la revista Semana; y, especialmente, fue denunciada la votación de un millón de votos obtenida por el nuevo Partido de la Integración Nacional (PIN), organización política a la que se le atribuye ser una fachada de las mafias del narcotráfico y paramilitares reciclados en bandas delincuenciales. De hecho, ninguno de los seis candidatos presidenciales de la primera vuelta el 30 de mayo, aceptó vínculos con el PIN y Santos y Mockus reiteraron esa actitud para la segunda vuelta.

La persistencia del conflicto armado, reconocida por la CNRR como la principal razón por la que no se le puede garantizar seguridad y futuro digno a las víctimas- familiares y desplazados- sigue como materia pendiente para el presidente electo.

Colombia es, después de Sudán, el país con más desplazados internos del mundo. Sólo en 2008, hasta 380.000 personas tuvieron que huir de sus hogares, lo que supuso un aumento de más del 24 por ciento con respecto a 2007. Hoy están desplazadas internamente entre tres y cuatro millones de personas, cifra superior a la población de Uruguay, lo que la convierte en uno de los países del mundo con mayor población desplazada internamente. Se cree que al menos 500.000 personas más han huido a países vecinos.

La actriz estadounidense Angelina Jolie visitó el viernes 18, como embajadora de buena voluntad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, donde se asienta una porción de las familias colombianas desplazadas de su territorio a raíz de la violencia. Se estima que en Ecuador residan más de 50 mil colombianos en esa condición.

En su discurso del triunfo, efectuado a tres horas del cierre de urnas, Santos tendió una mano a Mockus a quien felicitó, y le reiteró su propuesta de que se sume a la labor del futuro gobierno, al que presentó como de “unidad nacional”

Mockus, tras reconocer el triunfo de Santos, afirmó que el Partido Verde tendrá una actitud marcada por la “independencia y la deliberación”, para ejercer el control parlamentario y ciudadano de la futura administración.

Desafíos

No le faltan desafíos al gobierno que a partir del siete de agosto presidirá Santos: la tasa de desempleo en Colombia (12.2%), es una de las más altas de la región, pese al crecimiento económico registrado en ochos años de gobernó de Uribe; el 44 % de los asalariados percibe el salario mínimo nacional (251 dólares); la informalidad urbana supera el 50% de la actividad remunerada y en el sector minero, la tragedia ocurrida el jueves 17, que cobró 72 vidas en un accidente que reitera hechos similares, es demostrativa de las condiciones en que se desempeñan sectores del mundo del trabajo. De los 45 millones de colombianos, 19 millones viven en la pobreza y siete en la marginalidad; el endeudamiento y déficit fiscal comprometen los cuatro años que vienen; las relaciones con Venezuela en su peor momento y la corrupción que, según Oscar Ortiz, el zar anticorrupción, le cuesta al país cuatro billones de pesos anuales.

(*) Documentos de Trabajo. Proyecto fortalecimiento democrático PNDU-idea Internacional