Entrevistas

03.11.07

Rafael Jiménez Claudín:

«Sin libertad de prensa y expresión no hay desarrollo económico posible'»

«Si bien el desarrollo económico a lo mejor no garantiza la libertad de prensa, también sin libertad de prensa no hay desarrollo ninguno; es decir, son dos circunstancias que se complementan la una a la otra».

-Rafael Jiménez Claudín colabora con Reporteros Sin Fronteras en la defensa universal de este derecho y en la protección del ejercicio del periodismo.

-Desde 1982 trabaja en la Agencia EFE y su último cargo fue el de Editor del Servicio Especial de Noticias de la Unión Europea.

-Se ha especializado en el desarrollo de la información en Internet y compatibiliza el trabajo en la Agencia con la edición de Periodistas-Es, un espacio en red dedicado a la sociedad de la información, la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo.

-Anteriormente trabajó como periodista independiente para medios de México, Portugal y España.

¿Qué es lo que más le preocupa a Reporteros Sin Fronteras del informe dedicado a las Américas?

Tener un gran desarrollo económico no garantiza que haya libertad de prensa. Hay países que han alcanzado un gran nivel en materia de libertad de prensa, y Bolivia es un ejemplo de eso, pero el desarrollo económico no evita que en determinadas circunstancias determinados gobiernos vayan en contra de la libertad de prensa. Bolivia y Venezuela son dos casos clarísimos. Venezuela es un país rico que ha sufrido muchos problemas en su historia, gobiernos corruptos y una serie de circunstancias históricas que han llevado al poder a un presidente que así mismo antes era golpista. Esta persona llega al poder y lo que hace es poner todos esos poderes del Estado al servicio de una sola idea y proyecto que es el suyo. Entonces en Venezuela toda esa riqueza de la que teóricamente se tendría que beneficiar todo el pueblo y que él lo habría permitido, ahora resulta que no es así. Con lo cual es verdad que si bien el desarrollo económico a lo mejor no garantiza la libertad de prensa, también sin libertad de prensa no hay desarrollo ninguno; es decir, son dos circunstancias que se complementan la una a la otra.

¿Podría explicar el informe sobre Argentina, donde hablan de cierto chantaje político por una forma de restringir la libertad de prensa a través de la publicidad oficial?

Seguimos hablando de presidentes con un corte populista y que están usando según los países en los que gobiernan los poderes que tienen a su alcance de una manera u otra, pero siempre restringiendo la libertad de expresión. Argentina está recurriendo a esa formula y distribuye la publicidad oficial de manera aleatoria, beneficiando a los medios que son afines o no hostiles. Además, en Argentina se está dando la presión judicial, donde se acusa a periodistas por parte de la fiscalía o de la policía ante los jueces, de delitos que en realidad no son tales o se hacen las acusaciones sin pruebas para intimidar a los periodistas. Es otra forma de coerción a la libertad de prensa que tiene en este caso el presidente de Argentina, quien posee un corte populista y se ha apoyado en movimientos populistas.

¿En qué medida han sido efectivas las declaraciones, por lo menos en la región, que reconocen y garantizan la libertad de expresión, y las nuevas legislaciones al respecto en los distintos países?

La experiencia mundial nos dice que Iberoamérica tiene que tender a una legislación común en materia de libertad de expresión y de ejercicio del periodismo. Siguiendo no sólo a los países americanos, hemos determinado que, con la excepción de Cuba que dice en su misma Constitución que la información es materia reservada al Estado, en casi todos los países se declara de manera más o menos formal que se garantiza la libertad de prensa. Pero después no hay un desarrollo legislativo ni una eficacia gubernativa, judicial, policial para garantizar estas libertades. Por eso desde Reporteros Sin Fronteras estamos promoviendo que en la Cumbre Iberoamericana , inclusive en la próxima Cumbre de Chile, se trate en una de las mesas que hay que homologar la legislación en todos los países del área no sólo para garantizar la libertad de prensa de cada uno de los ciudadanos de cada país, sino para que los periodistas que trabajamos en cualquier área americana trabajemos con la tranquilidad de que cualquier reportaje que estamos haciendo en España no me produzca una denuncia en Argentina y viceversa. O sea, que un periodista que trabaja en Colombia pensando que trabaja legalmente en su país no pueda cruzar la frontera y sea detenido porque algo que ha escrito y que a lo mejor se considera injuria en el país vecino. Necesitamos urgentemente esta homologación. En Europa se ha vivido un proceso muy similar con la ampliación de la Unión Europea , donde tenemos ya una experiencia en este campo y pensamos que Iberoamérica tiene que tender hacia esta línea: homologar sus Constituciones y las legislaciones de respaldo a la libertad de expresión y las condiciones en las que trabajan los periodistas.

¿Hasta qué punto consideran que la región se toma con la debida seriedad que merece la situación de Cuba, donde ustedes señalan que es la única dictadura y la segunda mayor cárcel del mundo para periodistas?

Lo de Cuba es una lacra terrible y yo como español he sentido profundamente lo que pudo ser en su día y así lo vimos precisamente en países bajo dictaduras en aquellas épocas, que parecía ser un grito, una ventana a la libertad, y que haya terminado en una dictadura férrea que reprime todos los derechos humanos y la libertad de expresión específicamente. De los setenta y cinco presos políticos de la Primavera Negra de Cuba, treinta de ellos eran periodistas, lo cual da una idea de lo preocupado que estaba Fidel Castro por la libertad de expresión y el libre ejercicio del periodismo. En Cuba hay un problema que no es sólo español, sino de muchos países americanos, y es que muchos partidos de izquierda en su momento han apoyado el proceso cubano y la revolución de Castro y luego no fueron capaces de reconocer que eso ya nada tiene que ver con un proceso democrático, sino que es una dictadura pura y dura. Entonces, que los partidos de izquierda no hayan sido capaces de dar ese paso está retrasando un proceso de transición a la democracia en Cuba que se tendría que haber dado hace muchos años. Nosotros en España eso lo hemos vivido y por lo que conozco en América latina está pasando igual.

¿Cómo sigue la situación Ricardo González Alfonso, el representante de ustedes en Cuba que se encuentra en prisión?

Está mal. Es una situación muy dura, no sólo por tener cercenadas todas sus libertades como ciudadano y no poder ejercer el periodismo, sino también físicamente, ya que tiene su salud resentida por todas las persecuciones que está sufriendo y por cómo lo están machacando diariamente. Nosotros pensamos que a lo mejor en su momento el apoyo de Reporteros Sin Fronteras sirvió para suavizar su situación, pero desde que el gobierno cubano nos tiene demonizados creemos que con nuestro colega allí su situación ha empeorado, lo cual es muy duro para nosotros.

¿En qué medida el embargo de Estados Unidos genera retrocesos respecto a denunciar las violaciones a los derechos humanos en Cuba?

Hay una corriente mayoritaria de demócratas en España e Iberoamérica que creen que el embargo está perjudicando al pueblo cubano y que no han contribuido en absoluto a desestabilizar a la dictadura de los hermanos Castro. Las experiencias de transición que hubo en España, por ejemplo, que vino dado en parte por la apertura a los mercados y turismo internacional, generó unas capas sociales que en su momento fueron capaces de enfrentarse a la dictadura. Y en Cuba esto no se ha producido y en parte el origen de esto está en el embargo norteamericano. Nosotros estamos en contra de cualquier medida que dañe al pueblo cubano y siempre hemos creído que había otros muchos mecanismos para minar el soporte que pudiera tener el régimen militar cubano. Pero los Estados Unidos son muy especiales y sus intereses políticos a veces dependen de pequeños grupos de presión en su propio seno y lamentablemente a lo largo de estos últimos decenios han impuesto esta línea dura contra Cuba que a nuestro juicio no es producente.

¿Cuál ha sido el balance del reciente viaje de Reporteros Sin Fronteras a China?

El viaje a China estuvo motivado porque hace seis meses el gobierno chino se comprometió con Reporteros Sin Fronteras a que con motivo de los Juegos Olímpicos se iba a producir una apertura real de la libertad de prensa y de información y el ejercicio del periodismo en China y de hecho se tomaron una serie de medidas en este sentido. Hubo una legislación especial que decía que incluso los medios públicos chinos tenían que empezar a financiarse en parte con la publicidad. Lo que ha ocurrido es que ha llegado un momento en que esa apertura ha producido que en los propios medios oficiales en los que trabajan periodistas -que en China son todos funcionarios- eran críticos con la actuación del gobierno y el gobierno chino creía que por ahí no pasaba y ha habido por ello un retroceso claro en las medidas de liberalización que estaban tomando de cara a los Juegos Olímpicos. Entonces, el acto nuestro en Pekín quería dar una llamada de atención mundial a todos los países que van a participar en los Juegos Olímpicos y a todo el mundo del deporte que tiene un compromiso claro con las libertades de información y decirles: “señores, no se puede ir tranquilamente a celebrar un Juego Olímpico en Pekín con un sistema de recorte de libertades fundamentales y cercenando la libertad de expresión”. Todavía no sabemos hasta dónde ha calado ese acto, pero sí sabemos que el gobierno de China está buscando cómo liberalizar la actividad de los periodistas en un núcleo determinado en el país durante los Juegos Olímpicos. Pero para decirlo claro, le gustaría dejar sólo libertad en Pekín y no en el resto de China. Ahora, como la comunicación es global y el fenómeno es mundial eso es muy difícil entonces y no sabemos al final por donde tirará el gobierno chino.

¿Cómo evalúan entonces las relaciones internacionales con China?

En las relaciones mundiales entre los países y los equilibrios que hay en las Naciones Unidas se permiten relaciones que son contranatura y una situación parecida es la de la Unión Europea y España con relación a Cuba. Al final lo que vence es que hay que tener determinadas componendas para conseguir que salgan adelante determinadas votaciones en organismos internacionales y eso permite que países antidemocráticos copen la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, por ejemplo. Entonces, cuando se producen estas situaciones anacrónicas es muy difícil luchar contra ellas, porque son esos mismos organismos internacionales los que deberían velar por las libertades. También tenemos el caso de grandes compañías de comunicación que en esencia son democráticas, como Google y Yahoo, y hemos visto cómo han permitido no sólo mecanismos de censura en sus buscadores y servicios de Internet, sino que Yahoo, por ejemplo, ha aportado pruebas para condenar a un periodista en China facilitando los correos electrónicos que teóricamente son secretos. Entonces vamos dejando rastros en Internet y el correo electrónico que no son herramientas creadas pensando en la censura, sino que son herramientas abiertas, y cuando vemos que esto se usa en contra de la democracia y la libertad es triste. Los propios accionistas de Yahoo han reaccionado y hay un movimiento de accionistas que están pidiendo que la dirección de la compañía reconsidere su posición (es un fondo de inversores, me parece de funcionarios de la ciudad de New York y entonces hay una cierta esperanza de una reacción en el mundo en el ámbito social en contra de estas actuaciones).

¿Estos adelantos que tiene China en materia de filtrar Internet lo está exportando a otros regimenes de su tipo en el resto del mundo?

Sí. China cuando va viajando por algunos países ofreciendo inversiones y formando empresas mixtas, etc., a nosotros no nos caben dudas de que estos gobiernos han pedido información y que los asesoren sobre cómo filtrar Internet. Hay datos muy concretos de cómo China ha transferido esas tecnologías a países africanos donde tiene mucha influencia. Nosotros suponemos que, no dentro de mucho, ahora que ya está estatizada la compañía de teléfonos y comunicaciones de Venezuela, no nos extrañaría que aparezca tecnología china para filtrar los servidores y dominios en Venezuela. Es decir, entre gobiernos que son contrarios a la libertad de expresión no cabe duda que se establecen este tipo de complicidades.

¿Cuál es el estatus actual de Reporteros Sin Fronteras en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ?

Somos órgano consultivo y estamos ahora en plenitud de nuestros derechos. Los perdimos en un momento determinado porque criticamos que Libia - que es un país que atenta claramente contra la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo - ejerciera la presidencia de la Comisión y fue precisamente Cuba quien presentó la demanda. O sea, es una Comisión que han tenido en ella una mayoría de votos de países precisamente antidemocráticos y esto no puede ser. La penalización fue durante un año y estamos otra vez en la posición de nuestro estatuto de organismo consultor, pero como seguimos denunciando lo que sucede en esta Comisión, aunque ahora ha cambiado la mayoría y ya sería más difícil, en cualquier momento alguno de estos países no democráticos podría volver a presentar una resolución en contra nuestra. Por ejemplo, Cuba nos ha declarado organización contrarrevolucionaria por lo que se puede esperar cualquier cosa.

¿Cree que las dictaduras son más eficientes para trabajar en red que los países que promueven la democracia y los derechos humanos?

Tienen una ventaja sobre nosotros y es que no tienen escrúpulos. Hay cosas que los demócratas no haríamos nunca y ni siquiera las planteamos. Una persona sin escrúpulos puede hacer cualquier cosa. Entonces lo que hacen estos gobiernos es llevar al infinito todas las posibilidades que tienen de reprimir a la gente, a sus pueblos y muy especialmente a los periodistas, como vemos en Cuba, a los periodistas y personas vinculadas a los medios de comunicación. Afortunadamente, vamos avanzando en algunos campos. Hoy en día está claro que la libertad de prensa y expresión es uno de los derechos fundamentales reconocidos a las sociedades y sin libertad de prensa y expresión no hay desarrollo económico posible y la sociedad va en ese camino. Desgraciadamente hay generaciones de personas que están sufriendo estas situaciones, pero tendremos que tener la esperanza de verlo desde un perspectiva más histórica.