Uruguay: lo que se viene
Lacalle dio a conocer el borrador de su anteproyecto de ley que someterá a “urgente consideración” parlamentaria dentro de 39 días. Lo adelantó para que los cinco partidos integrantes del “gobierno multicolor”, como él ha definido su gestión hasta 2024, realicen las observaciones que entiendan pertinentes. No excluye recibir propuestas del Frente Amplio, oposición que obtuvo un 40% de los votos en primera vuelta y perdió la segunda apenas por 37.042 votos.Por Hugo Machín Fajardo
El presidente electo del Uruguay, Luis Lacalle Pou (46), se encamina con relativa tranquilidad hacia una transición de mando el primero de marzo de 2020 que, por el momento, no ofrece obstáculos insalvables.
El socialista Tabaré Vázquez, luego de mucho tiempo de no hablar con el líder opositor, reinició el diálogo con el futuro mandatario y Lacalle ha dicho el pasado miércoles 22 de enero a la emisora El Espectador, que la administración de izquierda que deja el gobierno está aportando “información de calidad”, -no porque sea “buena”, sino porque es “abundante”, aunque “hay excepciones”- a los futuros integrantes del gabinete designado para su primera etapa al frente de un gobierno que llegará hasta el 2024.
Ya se sabe que el déficit que tiene Uruguay hoy alcanza casi el 5% del PBI, que según la Encuesta Empresarial de la consultora KPMG es considerada “la principal amenaza/debilidad para la economía”; que según el instituto Nacional de Estadística la desocupación, situada en un 9,2% %, constituye un alerta; que el país austral ha mantenido su nivel de emigración en la última década (10. 44%) de personas en edad de producir y ya suman 358.723 los uruguayos residentes en el exterior y por eso Lacalle quiere promover el ingreso de ciudadanos y capitales extranjeros. Esto último generó la respuesta del inefable Pepe Mujica: “En vez de traer 100 mil cagadores argentinos, preocupémonos de que los nuestros inviertan acá”, dijo el 15 de enero. Lacalle respondió recordando otra manifestación de Mujica: "No soy como Mujica, que dice que quiere indígenas del Altiplano porque trabajan y no se quejan. Yo soy menos clasista", retrucó.
“Urgente consideración”. Lacalle dio a conocer el borrador de su anteproyecto de ley que someterá a “urgente consideración” parlamentaria dentro de 39 días. Lo adelantó para que los cinco partidos integrantes del “gobierno multicolor”, como él ha definido su gestión hasta 2024, realicen las observaciones que entiendan pertinentes. No excluye recibir propuestas del Frente Amplio, oposición que obtuvo un 40% de los votos en primera vuelta y perdió la segunda apenas por 37.042 votos.
El anteproyecto prioriza la seguridad pública. Solamente en la última semana cuatro policías fueron agredidos por delincuentes que buscaban robarles el arma reglamentaria y uno de los funcionarios, David Texeira, asesinado el miércoles 15 de enero. Un capítulo vinculado a la creciente presencia del crimen organizado en el país. Según el semanario Búsqueda, “organizaciones criminales internacionales, entre las que se encuentran mafias serbias, rusas y la Ndrangheta, la mafia calabresa liderada por [el hoy fugado de la propia Jefatura de Montevideo] Rocco Morabito. El delincuente italiano fue arrestado en 2017 en Punta del Este y la explicación policial para su residencia en Uruguay fue que era un sitio tranquilo desde donde dirigir sus operaciones y cercano a Brasil, donde la Ndrangheta trabaja con el poderoso grupo criminal Primer Comando Capital (PCC), en un vínculo probado en septiembre por la Policía Civil del Estado de San Pablo. Hoy, el Ministerio del Interior y la Justicia creen que, más allá de un interés prioritario en Brasil y otros países de la región, la Ndrangheta también actúa en Uruguay”. Los artículos relativos a estos temas proponen el endurecimiento de las penas y de las circunstancias agravantes en delitos vinculados al tráfico de drogas. También se proponen medidas similares para las violaciones, abusos sexuales, homicidios y delitos violentos, así como otorgar más garantías y potestades a la policía.
Educación; economía y empresas públicas; eficiencia estatal; el sector agropecuario, que según cifras oficiales ha perdido 165.000 pobladores -un 15% - en la última década; las relaciones laborales, así como la seguridad social (una bomba de tiempo a raíz de la estructura demográfica uruguaya), la salud y vivienda, también son temas axiales en la propuesta.
El presidente electo del Uruguay, Luis Lacalle Pou (46), se encamina con relativa tranquilidad hacia una transición de mando el primero de marzo de 2020 que, por el momento, no ofrece obstáculos insalvables.
El socialista Tabaré Vázquez, luego de mucho tiempo de no hablar con el líder opositor, reinició el diálogo con el futuro mandatario y Lacalle ha dicho el pasado miércoles 22 de enero a la emisora El Espectador, que la administración de izquierda que deja el gobierno está aportando “información de calidad”, -no porque sea “buena”, sino porque es “abundante”, aunque “hay excepciones”- a los futuros integrantes del gabinete designado para su primera etapa al frente de un gobierno que llegará hasta el 2024.
Ya se sabe que el déficit que tiene Uruguay hoy alcanza casi el 5% del PBI, que según la Encuesta Empresarial de la consultora KPMG es considerada “la principal amenaza/debilidad para la economía”; que según el instituto Nacional de Estadística la desocupación, situada en un 9,2% %, constituye un alerta; que el país austral ha mantenido su nivel de emigración en la última década (10. 44%) de personas en edad de producir y ya suman 358.723 los uruguayos residentes en el exterior y por eso Lacalle quiere promover el ingreso de ciudadanos y capitales extranjeros. Esto último generó la respuesta del inefable Pepe Mujica: “En vez de traer 100 mil cagadores argentinos, preocupémonos de que los nuestros inviertan acá”, dijo el 15 de enero. Lacalle respondió recordando otra manifestación de Mujica: "No soy como Mujica, que dice que quiere indígenas del Altiplano porque trabajan y no se quejan. Yo soy menos clasista", retrucó.
“Urgente consideración”. Lacalle dio a conocer el borrador de su anteproyecto de ley que someterá a “urgente consideración” parlamentaria dentro de 39 días. Lo adelantó para que los cinco partidos integrantes del “gobierno multicolor”, como él ha definido su gestión hasta 2024, realicen las observaciones que entiendan pertinentes. No excluye recibir propuestas del Frente Amplio, oposición que obtuvo un 40% de los votos en primera vuelta y perdió la segunda apenas por 37.042 votos.
El anteproyecto prioriza la seguridad pública. Solamente en la última semana cuatro policías fueron agredidos por delincuentes que buscaban robarles el arma reglamentaria y uno de los funcionarios, David Texeira, asesinado el miércoles 15 de enero. Un capítulo vinculado a la creciente presencia del crimen organizado en el país. Según el semanario Búsqueda, “organizaciones criminales internacionales, entre las que se encuentran mafias serbias, rusas y la Ndrangheta, la mafia calabresa liderada por [el hoy fugado de la propia Jefatura de Montevideo] Rocco Morabito. El delincuente italiano fue arrestado en 2017 en Punta del Este y la explicación policial para su residencia en Uruguay fue que era un sitio tranquilo desde donde dirigir sus operaciones y cercano a Brasil, donde la Ndrangheta trabaja con el poderoso grupo criminal Primer Comando Capital (PCC), en un vínculo probado en septiembre por la Policía Civil del Estado de San Pablo. Hoy, el Ministerio del Interior y la Justicia creen que, más allá de un interés prioritario en Brasil y otros países de la región, la Ndrangheta también actúa en Uruguay”. Los artículos relativos a estos temas proponen el endurecimiento de las penas y de las circunstancias agravantes en delitos vinculados al tráfico de drogas. También se proponen medidas similares para las violaciones, abusos sexuales, homicidios y delitos violentos, así como otorgar más garantías y potestades a la policía.
Educación; economía y empresas públicas; eficiencia estatal; el sector agropecuario, que según cifras oficiales ha perdido 165.000 pobladores -un 15% - en la última década; las relaciones laborales, así como la seguridad social (una bomba de tiempo a raíz de la estructura demográfica uruguaya), la salud y vivienda, también son temas axiales en la propuesta.