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03.09.19

Ministra y viceministra del MES violan derechos constitucionales

(Cubaencuentro) Los ciudadanos cubanos exigimos la reincorporación de todos los profesores universitarios expulsados de los centros universitarios por discriminación política, y la indemnización correspondiente por violar sus derechos constitucionales. Cuba no necesita «comisarios culturales y políticos» que violan los derechos constitucionales. Exigimos servidores públicos que respeten la Constitución de la República.
Por Marlene Azor Hernández

(Cubaencuentro) Los funcionarios públicos no pueden violar la Constitución de la República. Como había anunciado en mi artículo anterior: “Los disparates continuarán, porque el sistema no cambia y las señales públicas del gobierno van hacia el empeoramiento de la brutalidad reinante, en el discurso y en la realidad”[1].

“Los comisarios culturales y políticos son tropas de asalto contra los derechos a la información libre y a la creación intelectual y cultural libre, seleccionados por su lealtad al führer o al partido único en el poder. Como la lealtad política es su instrumento de cooptación, desaparece el conocimiento y las habilidades especialistas como criterio de selección. Con este criterio de selección, los “expertos” dejan de serlo cuando integran cargos en el sistema de dirección público, y se convierten en los cómplices de los disparates gubernamentales, sean economistas, juristas, u otros cientistas sociales”[2].

A mediados de agosto la viceministra del Ministerio del Educación Superior, Martha del Carmen Mesa Valenciano, publicó en la página web del Ministerio un artículo: “Ser profesor universitario”[3]. Las preguntas y aseveraciones de esta lamentable funcionaria contienen toda la brutalidad estalinista de los “comisarios culturales y políticos” con el lamentable uso del español que hacen estos comisarios al cambiar el contenido semántico universal de las palabras. Así, la “Nación es el PCC”, “la Revolución es el PCC”, “los principios revolucionarios” los que dictamine el PCC, “la Patria es del PCC” “las raíces culturales cubanas” las que dictamine el PCC y discrimina y expulsa de los claustros a toda la ciudadanía que no esté de acuerdo con las disparatadas políticas del partido único en el poder. Más grave aún, elimina los derechos humanos universales como referentes válidos para educar a los ciudadanos. Dice la comisaria:

“¿Se podría ser un profesor que no defienda a ultranza cada paso que se da en la Revolución?”

“¿Será que la crítica ácida que se realiza a cada instante es considerada autonomía universitaria?”

“¿Será que la manera de abordar la crítica haciendo llamado a los derechos humanos es el camino desde nuestra academia?”

Estás preguntas no sólo demuestran la ignorancia idiomática de la comisaria: La nación, la soberanía, la independencia nacional, la patria, la cultura cubana, la Revolución, y los supuestos principios que no explica, no pertenecen al partido en el poder sino a los ciudadanos. Califica de “ácida” la crítica que no es condescendiente con el poder, profundizando el embrutecimiento ciudadano y convocando a la doble moral y menciona “la autonomía universitaria”, eliminada de facto y sin consulta por el gobierno cubano desde 1962. Se desprende de sus palabras que la comisaria política está en contra de la autonomía universitaria por la que tanto luchó Julio Antonio Mella, asaltada y eliminada por el gobierno cubano. Complementa su ignorancia con el desprecio a los derechos humanos universales. ¿Es esta la postura de un servidor público o de una brutal comisaria?

Más adelante, cita al dictador Fidel Castro para describir a los profesores universitarios como los “soldados” del PCC. Y agrega:

“El que no se sienta activista de la política revolucionaria de nuestro Partido, un defensor de nuestra ideología, de nuestra moral, de nuestras convicciones políticas, debe renunciar a ser profesor universitario”. Y todos nos seguimos preguntando sobre todas estas palabras que no se explican y suponen un “sometimiento perruno” a un partido en el poder. Indudablemente la ignorancia es temeraria y nefasta cuando tiene poder.

Las declaraciones de la viceministra violan los siguientes derechos constitucionales:

De los Fundamentos políticos de la Constitución de la República, los artículos 1, 3, 7, 9, 10, y el articulo13 en sus incisos d y f.

De las Disposiciones generales de derechos, deberes y garantías constitucionales viola los artículos 40, 41, 42, 43,44 y 45. De los derechos, los artículos 46, 47, 48, 54, 55, 56, 61, 64,73. De los deberes el artículo 90. De las garantías constitucionales, el artículo 94 con todos sus incisos, el artículo 98 y 99.

La ministra de Educación Superior de Cuba, Ana Elsa Velázquez Cobiela, declara el 30 de agosto: “Los que no viven en Cuba no tienen derecho a criticarnos. Aceptamos las críticas de los que están junto a nosotros y están dispuestos a compartir nuestras carencias y buscar soluciones” en su Twister oficial. De esta manera, la ministra viola todos los preceptos constitucionales ya señalados, y agrega la discriminación contra la ciudadanía de los cubanos residentes en el exterior. Esta comisaria política nos despoja de nuestros derechos ciudadanos y viola los artículos 33, 34, 36 y 38 que regulan la condición de ciudadano cubano y mantiene todos los derechos constitucionales para los nacionales.

Es muy grave que los “comisarios culturales y políticos” violen los preceptos y derechos consagrados en la Constitución de la República. Más grave aún, porque estas disparatadas “declaraciones” responden a la expulsión de más de 15 profesores universitarios en los últimos 4 años, todas violatorias de los preceptos constitucionales de la anterior y nueva constitución. Menciono los casos más recientes:

“El despido del 29 de julio, primer día de sus vacaciones, de la profesora “Omara Ruiz Urquiola es la noticia más reciente. El ejemplo último de la intolerancia oficial dentro de la universidad cubana, justo el sitio donde la divergencia de criterios debería fomentarse como forma de crecimiento intelectual”[4]. La excusa administrativa fue la baja cantidad de horas de docencia, una falacia, la profesora tiene el triple de las horas que le endilgan para despedirla: en docencia, investigación y consultoría a sus alumnos.

“Pero el de Omara no es un caso aislado. Las expulsiones, cierres de contratos y cambios de condiciones que obliguen al perjudicado a renunciar, han sido un mecanismo sistemático de purga dentro de las universidades cubanas. Lo mismo había sucedido antes con su hermano Ariel en la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana. En ninguno de los dos casos se esgrime una razón política, sino que se trata de justificarse la cesantía por temas profesionales. A Ariel lo expulsaron por ausentismo: había estado dos días fuera sin certificado médico”[5].

“Mucho más burdos fueron los argumentos en otras expulsiones. Para el profesor de Derecho de la Universidad de La Habana, Julio Fernández Estrada, la excusa fueron sus publicaciones en la revista digital OnCuba. Para René Fidel González García, también profesor de Derecho pero en la Universidad de Oriente, “perder el prestigio” por sus publicaciones en Internet. Para Roberto Peralo, profesor en la Universidad de Matanzas, sus artículos en el blog La Joven Cuba. Para José Raúl Gallego, profesor de Periodismo en la Universidad de Camagüey, colaborar con medios digitales no gubernamentales. Para la profesora Dalila Rodríguez, de la Universidad Central Martha Abreu, “dañar la formación de los estudiantes”, aunque ella misma no pertenecía a ningún grupo político; a diferencia de su padre, quien sí formaba parte del Instituto Patmos. Para la estudiante de periodismo Karla María Pérez González, también de la Martha Abreu, por pertenecer al movimiento político Somos+.”[6]

Los ciudadanos cubanos exigimos la reincorporación de todos los profesores universitarios expulsados de los centros universitarios por discriminación política, y la indemnización correspondiente por violar sus derechos constitucionales. Cuba no necesita “comisarios culturales y políticos” que violan los derechos constitucionales. Exigimos servidores públicos que respeten la Constitución de la República. Las violaciones de los “comisarios”, las seguiremos denunciando.

Marlene Azor Hernández es Consultora del Observatorio cubano de Derechos Humanos, sede en Madrid, y doctora en Ciencias Sociales y Humanidades por la UAM, México.


[1] Marlene Azor Hernández “Tenemos los “comisarios culturales y políticos” más brutos del hemisferio occidental” en Cubaencuentro.com 19 de agosto de 2019.

[2] Ídem.

[3] En https://www.mes.gob.cu/es/noticias/ser-profesor-universitario. Este artículo desapareció días después de la página oficial del MES. Fue reproducido por Cuabadebate.cu, diario oficial del gobierno cubano. Los sitios donde se publicó indican que es la línea política del gobierno.

[4] Julio Batista, “La Universidad como moneda de cambio” en https://eltoque.com/la-universidad-como-moneda-de-cambio/ 1ero de agosto 2019.

[5] Ídem.

[6] Ídem.

Fuente: Cubaencuentro