Artículos

22.11.18

Siga, siga el baile

(7 Miradas) Muchos se olvidan de qué sucede con los espectadores, o al menos les genera mucha confusión: con este tipo de electorado, la oferta se resuelve más por vía de la demanda, que por la mera voluntad política y cálculo de conveniencia de los actores. Juntar dirigentes sirve, pero de a ratos cada vez sirve menos.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) Solo falta Alberto Castillo. No da la impresión que Argentina esté transitando uno de los ajustes económicos más severos de su historia. Los peronismos andan con la calculadora electoral en la mano y, por si faltaba poco, la conducción radical le hizo un desplante al presidente culpándolo por la votación de miembros al Consejo de la Magistratura. Además siguen las tensiones entre Casa Rosada y Vidal.

Vamos a desgranar algunas cuestiones, meramente de coyuntura, pero que pueden incidir en la conformación estructural de las elecciones de 2019:

  1. Corrientes de la superestructura van hacia CFK: tal cual fuimos analizando a lo largo del tiempo, en tanto y en cuanto no aparezca una figura peronista que pueda desplazar a la ex presidenta, a) genera un “vuelvo vencido a la casita de mis viejos” –como el Movimiento Evita-; y b) crece la probabilidad de que Ella sea candidata, para alegría del gobierno.
  2. Engorde del peronismo alternativo: en la medida que sucede lo descripto en el punto anterior, el G4 –Massa, Urtubey, Schiaretti y Pichetto- (camino a ser G7) necesita hacer crecer la hacienda rápidamente. Si hubiese escenario de unidad con el kirchnerismo, deben llegar a la mesa de negociación lo mejor posible.
  3. Se acerca o se aleja la unidad peronista? Es algo muy difícil de predecir. Luego del voto en la Cámara de Diputados por los cargos al Consejo de la Magistratura, renació el análisis simplista de “al final van a terminar todos juntos porque huelen sangre”. Para mí gusto es bastante más complejo, porque sí o sí habrá una tercera opción de origen peronista, alentada por el gobierno (que tiene con qué), dividiendo el voto opositor. Cuánto representa eso es un misterio.
  4. Seguirán las tensiones en Cambiemos? No solo eso, sino que irán en aumento. Los radicales creen que el gobierno hace sus arreglos y luego deja que la UCR pague costos, como por ejemplo sus acuerdos con gobernadores peronistas (Bordet, Passalacqua, Schiaretti). Si bien Carrió por ahora está callada, en cualquier momento explota, y esta vez el radicalismo va a hacer mutis por el foro porque cree que es bueno para mantener los equilibrios internos.
  5. Elecciones anticipadas: hasta qué punto sigue “el baile al compás del tamboril”, que Vidal empezó a pensar si a ella también no le conviene separar su turno electoral por primera vez desde el ´83, bajo pretexto que de esa manera le quita piso a Cristina, quien quedaría sin estructura territorial de los intendentes. Pero al mismo tiempo el gobierno cree que eso podría ser una buena idea para generar una ola favorable con triunfos anticipados de Cambiemos –en PBA, Mendoza y Jujuy. ¿Debe creer que resuelve la presidencial con las redes sociales? Arriesgado.

Visto todo esto en la pista de baile, muchos se olvidan de qué sucede con los espectadores, o al menos les genera mucha confusión: con este tipo de electorado, la oferta se resuelve más por vía de la demanda, que por la mera voluntad política y cálculo de conveniencia de los actores.

Juntar dirigentes sirve, pero de a ratos cada vez sirve menos.

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)