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29.03.18

Macri y el lío de la justicia

(7 Miradas) Solo para poner un ejemplo de algo que tuvo alta repercusión los últimos días, es la acordada de la Corte sobre que la invalidez del Tribunal Oral 9 para llevar adelante los 2 juicios que le habían tocado sobre causas contra CFK. Se dice que hubo un llamado del Lorenzetti a Macri para advertirle sobre la situación, en donde el primero no le habría advertido de algunos pormenores.
Por Carlos Fara

(7 Miradas) A esta altura está claro (28 meses después de asumir) que los dolores de cabeza del sistema judicial (sobre todo Comodoro Py) es de las cosas que más le están haciendo desviar energía y tiempo. La trama es tan compleja que seguramente no le bastará este primer mandato para ponerlo en caja. Podrá avanzar en algunas cuestiones sí (como desplazar a algunos jueces federales o mover a la ex Procuradora), pero lejos estará de adecuarlo a un sistema democrático que se precie de tal.

Al galimatías se le suma una segunda cuestión: la zigzagueante política del gobierno nacional con los actores de la justicia. Durante estos 2 primeros años hubo 3 vertientes: 1) la actitud intransigente (Carrió), 2) la actitud “con tiempo los vamos moviendo de a uno” (Garavano), y 3) la actitud “dejemos todo como está y sigamos negociando” (Angelici y Arribas?). Eso hoy se ha simplificado a dos bandos: los duros y los negociadores.

A dicho embrollo se le agrega otro actor heterogéneo y con sus juegos de poder: la Corte Suprema, y sobre todo su presidente Lorenzetti. El hombre quiere seguir siendo el numen del cuerpo, pero el gobierno hace rato que tiene pensado para ese rol a un nuevo integrante: Rosenkrantz. El actual mandamás tiene, como se sabe, una enemiga implacable: Carrió.

Luego está el bendito Consejo de la Magistratura, donde también se cuecen habas, y la oficina que controla las escuchas telefónicas legales. Pero para no extendernos demasiado, digamos “hasta aquí los hechos”.

El punto es: en este escenario no quedan tan claros “los buenos” y “los malos”, como lo están presentando algunos medios de larga historia periodística. No es exacta la descripción de que en las últimas semanas el presidente haya empuñado su sable libertador contra los males de la justicia. No porque no quiera hacerlo. Pero: 1) no es tan sencillo, 2) él no termina de tener claro cuáles de todas las alternativas que le ofrecen es la más adecuada para cada circunstancia, y 3) en la batalla podrían caer algunos hombres propios (por lo que puede ser peor el remedio que la enfermedad).

Solo para poner un ejemplo de algo que tuvo alta repercusión los últimos días, es la acordada de la Corte sobre que la invalidez del Tribunal Oral 9 para llevar adelante los 2 juicios que le habían tocado sobre causas contra CFK. Se dice que hubo un llamado del Lorenzetti a Macri para advertirle sobre la situación, en donde el primero no le habría advertido de algunos pormenores.

Lo cierto de todo es que: 1) si bien hubo fallo dividido, los que no votaron con la mayoría hicieron objeciones más formales que de fondo (o sea, no hubo 3 a favor de Cristina, y 2 en contra como se dijo por ahí); 2) tampoco hubo mayoría peronista, pese al origen político de los 3 que votaron en mayoría (Lorenzetti y Rosatti no se bancan entre sí), y 3) se debe recordar que hay dudas todo el tiempo sobre el sistema de selección de tribunales para asignar causas (que hizo públicas la propia Auditoría General de la Nación).

Días pasados el presidente fue entrevistado por el periodista Majul, y se quejó de la difusión de escuchas telefónicas legales, aunque no objetando que el periodista las publique. La difusión es un mensaje mafioso: “escuchamos a todos, hoy le tocó a CFK, mañana le puede tocar a otro”. Es decir, un mecanismo de autodefensa. Como muchas cosas en la Argentina.

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)