Marcos Aguinis:
“Carmela le hace un homenaje a Hilda Molina”
Carmela, que es la protagonista de la novela, en cierta forma le hace un homenaje a una mujer viva que está sufriendo una injusticia atroz y que es Hilda Molina. Porque Carmela es una médica que se especializa en neurocirugía -la misma especialidad que he tenido yo y que ha ejercido Hilda Molina- o sea que indirectamente es un homenaje a esta abuela que está padeciendo una violación a los derechos humanos que es conocer a sus nietos que nacieron y viven en la Argentina.
Marcos Aguinis nació en Córdoba, Argentina. Se ha convertido en uno de los autores más leídos y escuchados de su país, con resonancias en el exterior, donde se han traducido varias de sus obras más notables. Recientemente fue invitado como "Escritor Distinguido" por la American University y el Wilson International Center, ambos de Washington. Francia lo designó Caballero de las Letras y las Artes. Fue el primer latinoamericano en ganar el Premio Planeta de España. Varias universidades le otorgaron el título de doctor honoris causa. Sus novelas han marcado hitos literarios inolvidables: La cruz invertida , Refugiados: crónica de un palestino , La conspiración de los idiotas , Profanación del amor , La gesta del marrano , La matriz del infierno , Los iluminados , Asalto al Paraíso . Sus ensayos revelan una lucidez cegadora: Carta esperanzada a un General , Elogio de la culpa , Las redes del odio , Un país de novela , El atroz encanto de ser argentinos , ¿Qué hacer? Todos sus títulos fueron reeditados numerosas veces. La pasión según Carmela es su esperado retorno a la ficción. Para más datos ver: www.aguinis.net
Gabriel Salvia: ¿De qué se trata su nuevo libro “La pasión según Carmela”?
Marcos Aguinis: Se trata de una novela, un género que yo cultivo con mucho entusiasmo y lo he cultivado desde muchísimo tiempo. Prácticamente puede decirse que he comenzado mi carrera literaria escribiendo novelas. La novela te permite la presencia de protagonistas que van mostrando la conflictividad y complejidad que existe en la vida, en la humanidad. Es diferente que el ensayo, donde el autor expresa directamente su opinión sobre determinados asuntos. He publicado una secuencia de ensayos motivados por las serias dificultades que atravesó y atraviesa nuestro país y simultáneamente estuve investigando para esta novela. Siempre investigo para las novelas, porque enterarse de muchas cosas son inspiradoras, son como chispas que producen ideas. Esta novela está centrada entre un romance muy intenso entre una médica cubana y un economista argentino que es amigo del Che Guevara, que viaja a Sierra Maestra, donde se conocen y van ajustando todas sus peripecias a las peripecias de su entorno. Esa historia como ya parece lejana y como está muy envuelta de esa especie de celofán impermeable que es el mito, en la novela permite ingresar a esa burbuja, adentro de ese sitio cerrado y enterarnos de los sacrificios, ideales, conflictos, mezquindades que hubo ahí y seguir resistiendo. Esa es una de las ventajas de las novelas respecto de los ensayos, porque el ensayo da una visión distante respecto de las cosas. En cambio la novela penetra a través de las sensaciones de los protagonistas, o sea lo que huelen, siente el tacto, el oído, etc. Le permite llegar a elementos microscópicos de esa vida y el lector puede convertirse en un testigo que está casi metido en el escenario y enterarse de lo que va ocurriendo.
Gabriel Salvia: ¿Cuándo se le ocurrió escribir esta novela sobre este tema y cuánto tiempo le llevó prepararla?
Marcos Aguinis: Hace muchos años. Porque hubo una mujer cubana que ya no está viviendo más en Cuba que me contó su historia, su vida. Esta mujer tuvo una vida muy agitada. En la parte final, dedicada a los agradecimientos, le agradezco a esta mujer que me haya brindado su historia e inclusive pensé en escribir una biografía de ella. Pero una biografía de una persona viva implica obligaciones que uno no puede satisfacer, porque lo que esa persona ha vivido, ha sentido, no puede ser muchas veces transmitido por otro y a veces uno mismo a través del tiempo va ajustando la memoria y los recuerdos se van transformando. Entonces renuncié a la biografía y usé parte de esa historia para construirla y desarrollarla y luego estuve investigando por lo menos durante dos años y medio bibliografía que estaba al alcance mío, tanto en castellano como en inglés y francés. También dialogué con muchas personas que fueron protagonistas de diversos momentos de esa historia y algunos de esos testimonios fueron dejados al costado porque era excesivo meter todo adentro. Soy muy cuidadoso como novelista de no cansar al lector con dispersiones. La novela tiene que ser como la cuerda del equilibrista: muy tensa y muy recta. Tiene que contar en forma precisa la historia sin dispersiones, porque si el lector en un momento dado se da cuenta que la obra va para cualquier lado decae su interés y eso está mal contado, por lo que la novela fracasa. De modo que vengo desde hace bastante con el tema. Por momentos pensé que era un proyecto demasiado ambicioso, pero fui avanzado en él durante todos estos años mientras hacia otras cosas; viajaba, escribía artículos y ensayos, pero la novela continuaba y finalmente conseguí en las correcciones últimas compactarla mucho. La novela es como un aparato muy condensado, que nada sobra pero que está cargado de algo que yo no lo puedo dejar de poner en mis textos que es la poesía, la pasión, la emoción, la franqueza para describir situaciones que a veces resultan desagradables o generan rechazo pero que forman parte de la condición humana y que deben estar en una novela.
Gabriel Salvia: ¿Qué periodo abarca de la historia de Cuba?
Marcos Aguinis: Es desde 1957-58 cuando se desarrollan los combates de Sierra Maestra, la lucha contra la dictadura de Batista, la lucha urbana, el intento de asesinato de Batista, cómo vivía la burguesía cubana en aquella época y luego lo que va pasando en la isla durante esta lucha, cómo se van perfilando los liderazgos y cómo la sociedad cubana va reconociendo estos cambios. El hecho de que Sierra Maestra estaba en el otro extremo de la isla y que el dictador lo considerara como un movimiento irrelevante a cargo de un grupo de locos y esos locos en realidad estaban protagonizando algo que se cargó de romanticismo y mística. Luego los años que siguieron con la consolidación de la revolución, el cambio de algunos líderes, el apoyo soviético con sus exigencias, el conflicto que hubo entre dos corrientes que yo lo recuerdo personalmente, porque ya tengo mis años cuando había gente que gritaba: “fidelismo si, comunismo no” tratando de hacer una divisoria de aguas que no se cumplía. De modo que abarca desde el 59-60 hasta los 80, cuando Argentina recupera la democracia y como uno de los protagonistas es argentino esa recuperación de la democracia a él también lo sacude fuerte y eso tiene influencia sobre la historia. Pero mucho más no quiero contar porque le quito suspenso. Lo cierto es que se trata de una historia de amor ambientado en una especie de terremoto social que ocurre en toda revolución.
Gabriel Salvia: ¿El libro va a tener una distribución bastante importante?
Marcos Aguinis: Sí. Me he quedado sorprendido cuando la editorial que lo tomó quedó tan entusiasmada. Algunos lectores de la editorial dicen que lo leyeron dos veces y que quedaron muy impactados por la intensidad del relato y decidieron publicarlo simultáneamente en todos los países de la lengua: sale en Argentina, Chile, México, Colombia, Uruguay, España casi simultáneamente. En Argentina ha tenido una tirada inicial de 25.000 ejemplares, lo cual es una locura y ya me han avisado que en una semana han tenido que largar 10.000 más porque hay mucha demanda. Esto es positivo porque uno escribe para ser leído, para compartir ciertas emociones, resonancias profundas que hay en uno con el lector y por lo tanto cuanto más lectores se interesan más personas se interesan por eso.
Gabriel Salvia: ¿Cuántas páginas tiene el libro?
Marcos Aguinis: Alrededor de 300 paginas. No es muy extenso.
Gabriel Salvia: Además de la presentación en La Feria del Libro de Buenos Aires, ¿tiene previsto otras presentaciones?
Marcos Aguinis: Hoy en día se ha convertido en una especie de ritual un poco cansador por cierto de presentar el libro en distintos sitios. Estuve la semana pasada en Rosario donde hubo una presentación multitudinaria, voy a ir posiblemente la semana que viene a Córdoba, este sábado se presenta en La Feria del Libro y habrá seguramente otros actos parecidos en otras ciudades de la Argentina. Ya está previsto un viaje a Montevideo y también a Chile y seguramente seguirá por otros países de América Latina, México y también España.
Gabriel Salvia: ¿Ya recibió los primeros comentarios de gente cercana?
Marcos Aguinis: Siempre trato de escuchar comentarios que me enriquezcan a mí también y que no sean puros halagos, pero hasta ahora he recibido puros halagos. Muchas veces los lectores me sorprenden con interpretaciones sobre ideas, sucesos y consecuencias que yo mismo no había pensado y me demuestran que todo texto es polisémico, tiene muchos significados, y es el lector quien termina de construir el libro porque es quien lo interpreta y le da un significado muy individual y subjetivo. Hasta ahora he tenido halagos, elogios y entusiasmos. Me han hablado muy bien del libro por el estilo, la prosa, la tensión y por algunas reflexiones que hay a lo largo de la novela que está escrita siguiendo un formato especial que intenté de acuerdo a mis conocimientos musicales o sea una forma contrapuntística en la que se van alternando las melodías de los distintos protagonistas y hay tres voces que se van alternado todo el tiempo: la voz de Carmela, la voz del economista argentino Ignacio y la voz del autor. Todas esas voces se van alternando en sucesivos capítulos, cada uno da su versión de las cosas como esa persona la ve y a veces un mismo hecho es contado de forma diversa y esta forma contrapuntística necesita una articulación donde allí tiene que funcionar el oficio y el arte para conseguir que el sonido no produzca disonancia sino más bien armónicos.
Gabriel Salvia: ¿Hay algún público puntual al que más le interesaría que acceda a esta obra?
Marcos Aguinis: Me interesaría que la lea la gente joven y creo que eso ocurre ya. Hay mucha gente interesada. No te olvides que una historia de amor atrae mucho a los jóvenes. Quiero que lo lean ellos porque no han vivido lo que allí se narra en base a testimonios de personas que experimentaron en forma directa lo que se cuenta ahí y la profusa documentación de la que me he valido. Ese es el público que a mi más me interesa. La persona con más edad ya ha vivido esa historia personalmente, muchas cosas se ha olvidado y la memoria traiciona y modifica algunas situaciones o las ideologías actúan como un impermeable que no dejan que entren ciertas evidencias. Pero creo que los jóvenes que son más abiertos y flexibles, que tienen menos cargos de fijaciones a estructuras arcaicas, más pueden disfrutar de estas novelas.
Gabriel Salvia: ¿Qué le agregaron respecto a su posición frente al gobierno de Cuba estos más de dos años de investigación que le llevó esta novela?
Marcos Aguinis: En general los regimenes autoritarios o las dictaduras son muy quietas y están trabadas por una suerte de inercia que hace que no cambien mucho las cosas. La verdadera democracia es aquella que deja que fluya la transformación y que haya un verdadero progreso y en ese sentido no ha habido mucho. Pero sí puedo señalar que Carmela, que es la protagonista de la novela, en cierta forma le hace un homenaje a una mujer viva que está sufriendo una injusticia atroz y que es Hilda Molina. Porque Carmela es una médica que se especializa en neurocirugía -la misma especialidad que he tenido yo y que ha ejercido Hilda Molina- o sea que indirectamente es un homenaje a esta abuela que está padeciendo una violación a los derechos humanos que es conocer a sus nietos que nacieron y viven en la Argentina.
Marcos Aguinis nació en Córdoba, Argentina. Se ha convertido en uno de los autores más leídos y escuchados de su país, con resonancias en el exterior, donde se han traducido varias de sus obras más notables. Recientemente fue invitado como "Escritor Distinguido" por la American University y el Wilson International Center, ambos de Washington. Francia lo designó Caballero de las Letras y las Artes. Fue el primer latinoamericano en ganar el Premio Planeta de España. Varias universidades le otorgaron el título de doctor honoris causa. Sus novelas han marcado hitos literarios inolvidables: La cruz invertida , Refugiados: crónica de un palestino , La conspiración de los idiotas , Profanación del amor , La gesta del marrano , La matriz del infierno , Los iluminados , Asalto al Paraíso . Sus ensayos revelan una lucidez cegadora: Carta esperanzada a un General , Elogio de la culpa , Las redes del odio , Un país de novela , El atroz encanto de ser argentinos , ¿Qué hacer? Todos sus títulos fueron reeditados numerosas veces. La pasión según Carmela es su esperado retorno a la ficción. Para más datos ver: www.aguinis.net
Gabriel Salvia: ¿De qué se trata su nuevo libro “La pasión según Carmela”?
Marcos Aguinis: Se trata de una novela, un género que yo cultivo con mucho entusiasmo y lo he cultivado desde muchísimo tiempo. Prácticamente puede decirse que he comenzado mi carrera literaria escribiendo novelas. La novela te permite la presencia de protagonistas que van mostrando la conflictividad y complejidad que existe en la vida, en la humanidad. Es diferente que el ensayo, donde el autor expresa directamente su opinión sobre determinados asuntos. He publicado una secuencia de ensayos motivados por las serias dificultades que atravesó y atraviesa nuestro país y simultáneamente estuve investigando para esta novela. Siempre investigo para las novelas, porque enterarse de muchas cosas son inspiradoras, son como chispas que producen ideas. Esta novela está centrada entre un romance muy intenso entre una médica cubana y un economista argentino que es amigo del Che Guevara, que viaja a Sierra Maestra, donde se conocen y van ajustando todas sus peripecias a las peripecias de su entorno. Esa historia como ya parece lejana y como está muy envuelta de esa especie de celofán impermeable que es el mito, en la novela permite ingresar a esa burbuja, adentro de ese sitio cerrado y enterarnos de los sacrificios, ideales, conflictos, mezquindades que hubo ahí y seguir resistiendo. Esa es una de las ventajas de las novelas respecto de los ensayos, porque el ensayo da una visión distante respecto de las cosas. En cambio la novela penetra a través de las sensaciones de los protagonistas, o sea lo que huelen, siente el tacto, el oído, etc. Le permite llegar a elementos microscópicos de esa vida y el lector puede convertirse en un testigo que está casi metido en el escenario y enterarse de lo que va ocurriendo.
Gabriel Salvia: ¿Cuándo se le ocurrió escribir esta novela sobre este tema y cuánto tiempo le llevó prepararla?
Marcos Aguinis: Hace muchos años. Porque hubo una mujer cubana que ya no está viviendo más en Cuba que me contó su historia, su vida. Esta mujer tuvo una vida muy agitada. En la parte final, dedicada a los agradecimientos, le agradezco a esta mujer que me haya brindado su historia e inclusive pensé en escribir una biografía de ella. Pero una biografía de una persona viva implica obligaciones que uno no puede satisfacer, porque lo que esa persona ha vivido, ha sentido, no puede ser muchas veces transmitido por otro y a veces uno mismo a través del tiempo va ajustando la memoria y los recuerdos se van transformando. Entonces renuncié a la biografía y usé parte de esa historia para construirla y desarrollarla y luego estuve investigando por lo menos durante dos años y medio bibliografía que estaba al alcance mío, tanto en castellano como en inglés y francés. También dialogué con muchas personas que fueron protagonistas de diversos momentos de esa historia y algunos de esos testimonios fueron dejados al costado porque era excesivo meter todo adentro. Soy muy cuidadoso como novelista de no cansar al lector con dispersiones. La novela tiene que ser como la cuerda del equilibrista: muy tensa y muy recta. Tiene que contar en forma precisa la historia sin dispersiones, porque si el lector en un momento dado se da cuenta que la obra va para cualquier lado decae su interés y eso está mal contado, por lo que la novela fracasa. De modo que vengo desde hace bastante con el tema. Por momentos pensé que era un proyecto demasiado ambicioso, pero fui avanzado en él durante todos estos años mientras hacia otras cosas; viajaba, escribía artículos y ensayos, pero la novela continuaba y finalmente conseguí en las correcciones últimas compactarla mucho. La novela es como un aparato muy condensado, que nada sobra pero que está cargado de algo que yo no lo puedo dejar de poner en mis textos que es la poesía, la pasión, la emoción, la franqueza para describir situaciones que a veces resultan desagradables o generan rechazo pero que forman parte de la condición humana y que deben estar en una novela.
Gabriel Salvia: ¿Qué periodo abarca de la historia de Cuba?
Marcos Aguinis: Es desde 1957-58 cuando se desarrollan los combates de Sierra Maestra, la lucha contra la dictadura de Batista, la lucha urbana, el intento de asesinato de Batista, cómo vivía la burguesía cubana en aquella época y luego lo que va pasando en la isla durante esta lucha, cómo se van perfilando los liderazgos y cómo la sociedad cubana va reconociendo estos cambios. El hecho de que Sierra Maestra estaba en el otro extremo de la isla y que el dictador lo considerara como un movimiento irrelevante a cargo de un grupo de locos y esos locos en realidad estaban protagonizando algo que se cargó de romanticismo y mística. Luego los años que siguieron con la consolidación de la revolución, el cambio de algunos líderes, el apoyo soviético con sus exigencias, el conflicto que hubo entre dos corrientes que yo lo recuerdo personalmente, porque ya tengo mis años cuando había gente que gritaba: “fidelismo si, comunismo no” tratando de hacer una divisoria de aguas que no se cumplía. De modo que abarca desde el 59-60 hasta los 80, cuando Argentina recupera la democracia y como uno de los protagonistas es argentino esa recuperación de la democracia a él también lo sacude fuerte y eso tiene influencia sobre la historia. Pero mucho más no quiero contar porque le quito suspenso. Lo cierto es que se trata de una historia de amor ambientado en una especie de terremoto social que ocurre en toda revolución.
Gabriel Salvia: ¿El libro va a tener una distribución bastante importante?
Marcos Aguinis: Sí. Me he quedado sorprendido cuando la editorial que lo tomó quedó tan entusiasmada. Algunos lectores de la editorial dicen que lo leyeron dos veces y que quedaron muy impactados por la intensidad del relato y decidieron publicarlo simultáneamente en todos los países de la lengua: sale en Argentina, Chile, México, Colombia, Uruguay, España casi simultáneamente. En Argentina ha tenido una tirada inicial de 25.000 ejemplares, lo cual es una locura y ya me han avisado que en una semana han tenido que largar 10.000 más porque hay mucha demanda. Esto es positivo porque uno escribe para ser leído, para compartir ciertas emociones, resonancias profundas que hay en uno con el lector y por lo tanto cuanto más lectores se interesan más personas se interesan por eso.
Gabriel Salvia: ¿Cuántas páginas tiene el libro?
Marcos Aguinis: Alrededor de 300 paginas. No es muy extenso.
Gabriel Salvia: Además de la presentación en La Feria del Libro de Buenos Aires, ¿tiene previsto otras presentaciones?
Marcos Aguinis: Hoy en día se ha convertido en una especie de ritual un poco cansador por cierto de presentar el libro en distintos sitios. Estuve la semana pasada en Rosario donde hubo una presentación multitudinaria, voy a ir posiblemente la semana que viene a Córdoba, este sábado se presenta en La Feria del Libro y habrá seguramente otros actos parecidos en otras ciudades de la Argentina. Ya está previsto un viaje a Montevideo y también a Chile y seguramente seguirá por otros países de América Latina, México y también España.
Gabriel Salvia: ¿Ya recibió los primeros comentarios de gente cercana?
Marcos Aguinis: Siempre trato de escuchar comentarios que me enriquezcan a mí también y que no sean puros halagos, pero hasta ahora he recibido puros halagos. Muchas veces los lectores me sorprenden con interpretaciones sobre ideas, sucesos y consecuencias que yo mismo no había pensado y me demuestran que todo texto es polisémico, tiene muchos significados, y es el lector quien termina de construir el libro porque es quien lo interpreta y le da un significado muy individual y subjetivo. Hasta ahora he tenido halagos, elogios y entusiasmos. Me han hablado muy bien del libro por el estilo, la prosa, la tensión y por algunas reflexiones que hay a lo largo de la novela que está escrita siguiendo un formato especial que intenté de acuerdo a mis conocimientos musicales o sea una forma contrapuntística en la que se van alternando las melodías de los distintos protagonistas y hay tres voces que se van alternado todo el tiempo: la voz de Carmela, la voz del economista argentino Ignacio y la voz del autor. Todas esas voces se van alternando en sucesivos capítulos, cada uno da su versión de las cosas como esa persona la ve y a veces un mismo hecho es contado de forma diversa y esta forma contrapuntística necesita una articulación donde allí tiene que funcionar el oficio y el arte para conseguir que el sonido no produzca disonancia sino más bien armónicos.
Gabriel Salvia: ¿Hay algún público puntual al que más le interesaría que acceda a esta obra?
Marcos Aguinis: Me interesaría que la lea la gente joven y creo que eso ocurre ya. Hay mucha gente interesada. No te olvides que una historia de amor atrae mucho a los jóvenes. Quiero que lo lean ellos porque no han vivido lo que allí se narra en base a testimonios de personas que experimentaron en forma directa lo que se cuenta ahí y la profusa documentación de la que me he valido. Ese es el público que a mi más me interesa. La persona con más edad ya ha vivido esa historia personalmente, muchas cosas se ha olvidado y la memoria traiciona y modifica algunas situaciones o las ideologías actúan como un impermeable que no dejan que entren ciertas evidencias. Pero creo que los jóvenes que son más abiertos y flexibles, que tienen menos cargos de fijaciones a estructuras arcaicas, más pueden disfrutar de estas novelas.
Gabriel Salvia: ¿Qué le agregaron respecto a su posición frente al gobierno de Cuba estos más de dos años de investigación que le llevó esta novela?
Marcos Aguinis: En general los regimenes autoritarios o las dictaduras son muy quietas y están trabadas por una suerte de inercia que hace que no cambien mucho las cosas. La verdadera democracia es aquella que deja que fluya la transformación y que haya un verdadero progreso y en ese sentido no ha habido mucho. Pero sí puedo señalar que Carmela, que es la protagonista de la novela, en cierta forma le hace un homenaje a una mujer viva que está sufriendo una injusticia atroz y que es Hilda Molina. Porque Carmela es una médica que se especializa en neurocirugía -la misma especialidad que he tenido yo y que ha ejercido Hilda Molina- o sea que indirectamente es un homenaje a esta abuela que está padeciendo una violación a los derechos humanos que es conocer a sus nietos que nacieron y viven en la Argentina.