Cuesta Morúa
«La sociedad se descomuniza y el Estado se recomuniza en Cuba»
«Mientras la sociedad cubana se descomuniza, el partido de estado se recomuniza», dijo a El País el opositor cubano Manuel Cuesta Morúa, que a principios de abril visitó Montevideo en el marco de una gira por la región invitado por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL). Por Carlos Ríos
(El País) Cuba acaba de estrenar el pasado 10 de abril una nueva Constitución que en los papeles propone una serie de cambios económicos en momentos en que el régimen comunista de la isla reconoce que está a las puertas de una crisis de dimensiones importantes. El nuevo texto constitucional, sin embargo, hace augurar pocos cambios políticos.
“Mientras la sociedad cubana se descomuniza, el partido de estado se recomuniza”, dijo a El País el opositor cubano Manuel Cuesta Morúa, que a principios de abril visitó Montevideo en el marco de una gira por la región invitado por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL).
Cuesta Morúa (La Habana, 1962) se graduó en Historia en la Universidad de La Habana en 1986, y trabajó en varias instituciones oficiales, hasta que en 1991 fue expulsado de la Casa de África del Museo del Historiador en Habana Vieja por sus ideas políticas. Ese mismo año ingresa en la Corriente Socialista Democrática Cubana, alternativa al régimen comunista. En 2002 funda el Arco Progresista. Ha sufrido numerosos arrestos por su actividad política. Ha escrito numerosos ensayos y publicado en varias revistas cubanas y extranjeras. Una selección de sus textos fue reunida en el libro Ensayos progresistas desde Cuba (CADAL, 2015). En diciembre de 2016 obtuvo el Premio Ion Ratiu, otorgado por el Woodrow Wilson Center.
En diálogo con El País, Cuesta Morúa dice que Cuba está hoy frente a cuatro desafíos con la entrada en vigencia de la nueva Constitución.
El primero, económico, es decir, ¿qué va a hacer el modelo cubano con la economía? “Eso no está claro”, dice. La nueva Constitución mantiene el sistema socialista, pero intenta abrir la economía de la isla al mercado. Según Cuesta Morúa, esta apertura “no es completa”. “Es una apertura mediatizada, controlada. Es real porque se eleva a un estatus constitucional el ejercicio de la propiedad privada, pero al mismo tiempo es mediatizada, controlada”.
El segundo desafío es institucional. “La nueva Constitución reconoce y recupera el esquema republicano en Cuba. Pero se establece de alguna manera una atrofia del poder ejecutivo sobre el poder legislativo. Se reconoce el poder legislativo, pero mantiene la misma dinámica que la anterior. Se reúne dos veces al año, no hay profesionalización de los diputados, por lo tanto su nivel para tomar decisiones se debilita, y todo recae de nuevo en la presidencia”, explica.
El tercer desafío es cómo incorporar a la “diversidad social”, es decir las diferentges tendencias políticas en la isla más allá del Partido Comunista, el único habilitado. “Hoy Cuba es más diversa que diez años atrás, hay muchos más sectores que están demandando y exigiendo reconocimiento dentro del proceso social y político, y no lo han encontrado. Aquí la Constitución comienza a ser limitada”, dice Cuesta Morúa.
Y el cuarto desafío es el político. “Es decir, cómo integras a una minoría política ya reconocida, de alrededor de un 25%, dentro del nuevo orden constitucional cuando por primera vez el gobierno cubano se anima a declara constitucionalmente al Partido Comunista como partido único. Eso de alguna manera ya está excluyendo a 2,5 millones de cubanos que de alguna manera dijeron no a este nuevo orden constitucional”. La frase favorita de Cuesta Morúa para ilustra esta situación es: “Mientras la sociedad cubana se descomuniza, el partido de estado se recomuniza”.
Cuesta Morúa evalúa como negativa la política del presidente Donald Trump hacia Cuba, dando marcha atrás al deshielo iniciado por Barack Obama. “Me parece totalmente negativa. Recuperar todo el esquema de tensión y de guerra fría entre Cuba y Estados Unidos no es lo mejor para avanzar hacia la democracia en Cuba”.
En cuando al embargo económico de Estados Unidos que ya lleva más de 50 años, Cuesta Morúa dice que en algunos aspectos “es real” peroque en otros es “letra muerta”. “Ahoramismo hay una carencia en el país que se debe a la crisis de liquidez del gobierno cubano, pero no a las capacidades de adquirir distintos bienes en el exterior”, explica.
En cambio, sí considera que la crisis en Venezuela está afectando “significativamente” a la economía cubana. “Lo usual eran 100.000 barriles de petróleo diario desde Venezuela hacia Cuba. Hoy eso se reduce a 35.000 barriles diarios”. Pero además considera que la crisis venezolano también tendrá un impacto político importante en la isla, porque “el gobierno cubano está muy implicado políticamente con el venezolano”.
(El País) Cuba acaba de estrenar el pasado 10 de abril una nueva Constitución que en los papeles propone una serie de cambios económicos en momentos en que el régimen comunista de la isla reconoce que está a las puertas de una crisis de dimensiones importantes. El nuevo texto constitucional, sin embargo, hace augurar pocos cambios políticos.
“Mientras la sociedad cubana se descomuniza, el partido de estado se recomuniza”, dijo a El País el opositor cubano Manuel Cuesta Morúa, que a principios de abril visitó Montevideo en el marco de una gira por la región invitado por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL).
Cuesta Morúa (La Habana, 1962) se graduó en Historia en la Universidad de La Habana en 1986, y trabajó en varias instituciones oficiales, hasta que en 1991 fue expulsado de la Casa de África del Museo del Historiador en Habana Vieja por sus ideas políticas. Ese mismo año ingresa en la Corriente Socialista Democrática Cubana, alternativa al régimen comunista. En 2002 funda el Arco Progresista. Ha sufrido numerosos arrestos por su actividad política. Ha escrito numerosos ensayos y publicado en varias revistas cubanas y extranjeras. Una selección de sus textos fue reunida en el libro Ensayos progresistas desde Cuba (CADAL, 2015). En diciembre de 2016 obtuvo el Premio Ion Ratiu, otorgado por el Woodrow Wilson Center.
En diálogo con El País, Cuesta Morúa dice que Cuba está hoy frente a cuatro desafíos con la entrada en vigencia de la nueva Constitución.
El primero, económico, es decir, ¿qué va a hacer el modelo cubano con la economía? “Eso no está claro”, dice. La nueva Constitución mantiene el sistema socialista, pero intenta abrir la economía de la isla al mercado. Según Cuesta Morúa, esta apertura “no es completa”. “Es una apertura mediatizada, controlada. Es real porque se eleva a un estatus constitucional el ejercicio de la propiedad privada, pero al mismo tiempo es mediatizada, controlada”.
El segundo desafío es institucional. “La nueva Constitución reconoce y recupera el esquema republicano en Cuba. Pero se establece de alguna manera una atrofia del poder ejecutivo sobre el poder legislativo. Se reconoce el poder legislativo, pero mantiene la misma dinámica que la anterior. Se reúne dos veces al año, no hay profesionalización de los diputados, por lo tanto su nivel para tomar decisiones se debilita, y todo recae de nuevo en la presidencia”, explica.
El tercer desafío es cómo incorporar a la “diversidad social”, es decir las diferentges tendencias políticas en la isla más allá del Partido Comunista, el único habilitado. “Hoy Cuba es más diversa que diez años atrás, hay muchos más sectores que están demandando y exigiendo reconocimiento dentro del proceso social y político, y no lo han encontrado. Aquí la Constitución comienza a ser limitada”, dice Cuesta Morúa.
Y el cuarto desafío es el político. “Es decir, cómo integras a una minoría política ya reconocida, de alrededor de un 25%, dentro del nuevo orden constitucional cuando por primera vez el gobierno cubano se anima a declara constitucionalmente al Partido Comunista como partido único. Eso de alguna manera ya está excluyendo a 2,5 millones de cubanos que de alguna manera dijeron no a este nuevo orden constitucional”. La frase favorita de Cuesta Morúa para ilustra esta situación es: “Mientras la sociedad cubana se descomuniza, el partido de estado se recomuniza”.
Cuesta Morúa evalúa como negativa la política del presidente Donald Trump hacia Cuba, dando marcha atrás al deshielo iniciado por Barack Obama. “Me parece totalmente negativa. Recuperar todo el esquema de tensión y de guerra fría entre Cuba y Estados Unidos no es lo mejor para avanzar hacia la democracia en Cuba”.
En cuando al embargo económico de Estados Unidos que ya lleva más de 50 años, Cuesta Morúa dice que en algunos aspectos “es real” peroque en otros es “letra muerta”. “Ahoramismo hay una carencia en el país que se debe a la crisis de liquidez del gobierno cubano, pero no a las capacidades de adquirir distintos bienes en el exterior”, explica.
En cambio, sí considera que la crisis en Venezuela está afectando “significativamente” a la economía cubana. “Lo usual eran 100.000 barriles de petróleo diario desde Venezuela hacia Cuba. Hoy eso se reduce a 35.000 barriles diarios”. Pero además considera que la crisis venezolano también tendrá un impacto político importante en la isla, porque “el gobierno cubano está muy implicado políticamente con el venezolano”.