Reseñas

08.03.07

Development as Freedom, de Amartya Sen (1999)

Development as FreedomAmartya Sen es uno de los principales economistas del siglo XX. Ganador del Nobel en 1998, fue además de brillante, inusual, al proporcionar una dimensión ética a los problemas económicos,  pero manteniendo el rigor y formalidad propios del método. Es también inusual en su trayectoria: oriundo de Dhaka (hoy Bangladesh), dividió su vida académica tanto en departamentos de economía como de filosofía, a ambos lados del Atlántico. Sus orígenes explican el conocimiento e interés que muestra por los particulares problemas del Tercer Mundo.

Sen es un autor complejo y prolífico. Como al buen vino, hay que apreciarlo según el año de cosecha. Su obra, intereses y preocupaciones evolucionan con el tiempo, y sus ideas adquieren diversas dimensiones dependiendo de la obra que se aborde. Development as Freedom tiene la virtud de recoger y poner a disposición de un público no especialista parte importante de su pensamiento. De hecho, nace a partir de una serie de conferencias relatadas por Sen para el Banco Mundial.

Development as Freedom no es lo que su título puede sugerir: no es un tratado sobre las bondades de la "libertad económica". La tesis principal es que el desarrollo debe entenderse no como mero crecimiento económico, sino que como el proceso de expansión de la libertad individual, o la "remoción de aquellas formas de des-libertades (unfreedoms) que impiden a los individuos ejercer su capacidad de agencia". Así, la libertad es para Sen el fin último del desarrollo y no un mero insumo para alcanzarlo.

La libertad como fin posee en Sen una justificación filosófica: argumenta que la búsqueda de la igualdad subyace a las principales tradiciones en el ámbito de la justicia distributiva, sólo que las nociones de igualdad subyacentes difieren. La ineludible diversidad humana hace imposible igualar todas esas dimensiones a la vez. Así, debemos preguntarnos qué tipo de igualdad debemos promover y qué formas de desigualdad y diferenciación social debemos aceptar como legítimas y justas. Para Sen, no es ni la Utilidad o el Bienestar (Welfarism), ni los Bienes Primarios (Rawls), ni
la igualdad ante la ley o el Estado (Libertarians) ni el ingreso ni el consumo. Para Sen, la forma de igualdad que las sociedades deben promover es la capacidad de los individuos para ejercer su agencia libremente y escoger los planes de vida que cada cual estime conveniente.

La primacía de la libertad supone una valoración y un respeto por la agencia y la responsabilidad individuales. Lo que para Sen amerita legítima acción pública es la ampliación de las libertades -para que cada cual ejerza su agencia del modo que desee-, y no los resultados del uso de esa agencia. Así, la determinación de la condición social de cada cual depende en un grado importante de la responsabilidad individual. La noción seniana de libertad requiere abordar todas las formas de des-libertades que restringen la agencia individual: las materiales o económicas, pero también las culturales, institucionales y políticas. La discriminación laboral, segregación social, inserción desigual de la mujer en el trabajo, la violación de los DD.HH., el imperfecto funcionamiento de la democracia y de los medios de comunicación representan para Sen problemas equivalentes al de la pobreza, la falta de oportunidades o el desigual acceso a los mercados. Más aún, Sen muestra cómo des-libertades en algunos ámbitos reducen la libertad en otros. Crecer en una sociedad de castas debe haberlo inducido a concluir que la desigualdad económica es sólo una parte de las des-libertades que restringen la agencia individual, y que a menudo ésta posee un origen cultural o institucional.

Con todo lo progresista que Sen pueda parecer al enfatizar el rol que le cabe al Estado y las políticas públicas en remover las des-libertades, es un gran defensor de los mercados. No se basa sólo en el argumento neoclásico que reclama la eficiencia de los mercados: su defensa fundamental es que éstos, en la medida que funcionen de acuerdo al intercambio voluntario y justo, respetan y empoderan la agencia individual.

Development as Freedom nos recuerda que el desarrollo no es sinónimo de crecimiento económico, y que este último es sólo un medio, no un fin. También nos enseña que la "libertad económica" es sólo un aspecto de las libertades que deben promoverse y que, de hecho, no puede disociarse de otras libertades.

En materia de justicia distributiva, la propuesta seniana apunta a reemplazar la búsqueda de una mera redistribución del ingreso por una igualdad de oportunidades real y efectiva desde la cuna, que empodere a los individuos para que asuman su parte de responsabilidad por su propio destino.

Javier Núñez es Doctor en Economía de la Universidad de Oxford y Director del Departamento de Economía, U. de Chile.
Esta reseña es una síntesis de la originalmente publicada en la revista "Qué pasa" (Chile).