Reseñas
06.11.18Han pasado 15 años desde que el escritor de origen argentino Fernando J. Ruiz publicara su libro »Otra grieta en la pared». Nunca es tarde para adentrarse en la historia no tan conocida, por lo menos en la isla, del antes y el momento preciso de la Primavera Negra en Cuba.
Las nuevas grietas de la pared cubana
Han pasado 15 años desde que el escritor de origen argentino Fernando J. Ruiz publicara su libro »Otra grieta en la pared». Nunca es tarde para adentrarse en la historia no tan conocida, por lo menos en la isla, del antes y el momento preciso de la Primavera Negra en Cuba.
En sus páginas, más allá de una crítica directa a la realidad cubana de ese entonces, se puede evidenciar el carácter atrevido de su autor en la lucha incesante por la verdad.
Hay autores que buscan desaforadamente una información valiosa y certera que encamine su carrera, o que los haga destacar entre sus coterráneos; pero este periodista busca la satisfacción personal de mostrar a los demás, las verdades ocultas de un sistema que tras una máscara, reprime a sus propios ciudadanos, incluso aunque ponga su propia piel en el empeño.
"Otra grieta en la pared" se podría decir que es un libro escrito de una forma muy personal, pues desde cada capítulo es vertido el deseo propio del autor de liberar una prensa amordazada. Es claro el mensaje detrás de cada entrevista y cada nota informativa.
Ser periodista es tener el deber de buscar, encontrar y confrontar los males que acarrean a aquellos que no pueden ser escuchados; pero ser periodista en un país violador consecuente de los derechos elementales de las personas, es ser un blanco seguro de los represores.
El buen periodista es el mediador entre la verdad y el mundo; y este periodista, en concreto, fue un pilar decisivo al mostrar la verdadera esencia de la dictadura, en aquel momento que reinaba en la Isla la ceguera ideológica.
Quince años después, el muro de la dictadura en Cuba aún no ha sido derribado pero sigue agrietándose con cada voz alzada, con cada palabra escrita.
Somos miles los que hoy luchamos por la libertad de este país. El anhelo de aquellos cubanos que protagonizaron el libro de Fernando J. Ruiz sigue creciendo, y creando a su paso más héroes en busca de la verdad y más víctimas del sistema.
En sus páginas, más allá de una crítica directa a la realidad cubana de ese entonces, se puede evidenciar el carácter atrevido de su autor en la lucha incesante por la verdad.
Hay autores que buscan desaforadamente una información valiosa y certera que encamine su carrera, o que los haga destacar entre sus coterráneos; pero este periodista busca la satisfacción personal de mostrar a los demás, las verdades ocultas de un sistema que tras una máscara, reprime a sus propios ciudadanos, incluso aunque ponga su propia piel en el empeño.
"Otra grieta en la pared" se podría decir que es un libro escrito de una forma muy personal, pues desde cada capítulo es vertido el deseo propio del autor de liberar una prensa amordazada. Es claro el mensaje detrás de cada entrevista y cada nota informativa.
Ser periodista es tener el deber de buscar, encontrar y confrontar los males que acarrean a aquellos que no pueden ser escuchados; pero ser periodista en un país violador consecuente de los derechos elementales de las personas, es ser un blanco seguro de los represores.
El buen periodista es el mediador entre la verdad y el mundo; y este periodista, en concreto, fue un pilar decisivo al mostrar la verdadera esencia de la dictadura, en aquel momento que reinaba en la Isla la ceguera ideológica.
Quince años después, el muro de la dictadura en Cuba aún no ha sido derribado pero sigue agrietándose con cada voz alzada, con cada palabra escrita.
Somos miles los que hoy luchamos por la libertad de este país. El anhelo de aquellos cubanos que protagonizaron el libro de Fernando J. Ruiz sigue creciendo, y creando a su paso más héroes en busca de la verdad y más víctimas del sistema.
Hay autores que buscan desaforadamente una información valiosa y certera que encamine su carrera, o que los haga destacar entre sus coterráneos; pero este periodista busca la satisfacción personal de mostrar a los demás, las verdades ocultas de un sistema que tras una máscara, reprime a sus propios ciudadanos, incluso aunque ponga su propia piel en el empeño.
"Otra grieta en la pared" se podría decir que es un libro escrito de una forma muy personal, pues desde cada capítulo es vertido el deseo propio del autor de liberar una prensa amordazada. Es claro el mensaje detrás de cada entrevista y cada nota informativa.
Ser periodista es tener el deber de buscar, encontrar y confrontar los males que acarrean a aquellos que no pueden ser escuchados; pero ser periodista en un país violador consecuente de los derechos elementales de las personas, es ser un blanco seguro de los represores.
El buen periodista es el mediador entre la verdad y el mundo; y este periodista, en concreto, fue un pilar decisivo al mostrar la verdadera esencia de la dictadura, en aquel momento que reinaba en la Isla la ceguera ideológica.
Quince años después, el muro de la dictadura en Cuba aún no ha sido derribado pero sigue agrietándose con cada voz alzada, con cada palabra escrita.
Somos miles los que hoy luchamos por la libertad de este país. El anhelo de aquellos cubanos que protagonizaron el libro de Fernando J. Ruiz sigue creciendo, y creando a su paso más héroes en busca de la verdad y más víctimas del sistema.