Diálogo Latino Cubano

10.06.07

¿A quién le importa que muera un demócrata en una prisión cubana?

Vaya paradoja: la recuperación en su salud de un dictador despierta más interés que la probabilidad que un demócrata muera mientras padece una injusta prisión. Por eso, genera una sensación de angustia cuando la hija de Guido Sigler Amaya, Yusleidy Sigler, hace un llamado urgente a la comunidad internacional, pues en especial en América Latina encontrará más solidaridad con el cruel dictador que con un valiente defensor de los derechos humanos.
 

El prisionero de conciencia cubano, Guido Sigler Amaya, condenado a 20 años de privación de libertad en la primavera negra de marzo de 2003, se encuentra en peligro de muerte, según informó su hija desde Cuba, describiendo varias enfermedades que padece su padre y que le han provocado una gran pérdida de peso.

Guido Sigler AmayaSigler Amaya cumplió 54 años de edad el pasado 9 de junio, es vicepresidente del Movimiento Independiente Opción Alternativa y actualmente se encuentra en la prisión cubana de mayor severidad de Agüica, provincia Matanzas. Su hermano Ariel también fue condenado en la misma oportunidad, pero a 25 años. En los fundamentos de sus sentencias, el Tribunal del Poder Popular Cubano señaló: "Varios testigos expresaron que presenciaron distintas actividades realizadas por los acusados Ariel y Guido Sigler Amaya, así como sus familias y otras personas que son miembros de su grupo contrarrevolucionario, como por ejemplo la reunión efectuada en el mes de septiembre de 1999 en el Parque del Poblado de Pedro Betancourt en la cual los encartados y su grupo se encontraban tomados de las manos y leyeron un texto de la Biblia, y al terminar comenzaron a gritar: 'Abajo la Dictadura', 'queremos libertad para los presos políticos', 'Vivan los Derechos Humanos'...".

Como lo describe tan clara e impúdicamente este extracto de la sentencia de la "justicia castrista", Guido Sigler Amaya y su hermano recibieron largas penas por expresar pública y pacíficamente opiniones opositoras a la dictadura cubana. Es que en Cuba son considerados delitos las libertades democráticas que son derechos básicos en cualquier país civilizado.

Sin embargo, mientras algunos opositores cubanos se mueren en prisión, como ya sucedió con Miguel Valdez Tamayo el 10 de  enero pasado, la "noticia" es que el dictador cubano Fidel Castro se está recuperando de su misteriosa enfermedad. Efectivamente, la prensa internacional le dedica amplio espacio a la evolución de la salud del que califican como "líder cubano", de lo cual se jacta la agencia de propaganda de la isla, titulando: "Prensa argentina destaca comparecencia televisiva de Fidel Castro".

Vaya paradoja: la recuperación en su salud de un dictador despierta más interés que la probabilidad que un demócrata muera mientras padece una injusta prisión. Por eso, genera una sensación de angustia cuando la hija de Guido Sigler Amaya, Yusleidy Sigler, hace un llamado urgente a la comunidad internacional, pues en especial en América Latina encontrará más solidaridad con el cruel dictador que con un valiente defensor de los derechos humanos. 

Gabriel C. Salvia es Presidente del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina www.cadal.org