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21.04.20

Venezuela en tiempos de COVID19

Venezuela recibió al Covid 19 con una economía reducida a menos de la mitad en seis años de recesión, precios disparados por la hiperinflación y una depreciada moneda local. La decisión gubernamental de suspender actividades laborales, salvo sectores esenciales como la alimentación o la salud, agrava el escenario de crisis humanitaria. La ONU envió 90 toneladas de ayuda humanitaria a ser recibidas por Maduro, lo que lleva a suponer a la oposición que serán prioritariamente distribuidas entre los chavistas portadores del «carnet de la Patria».
Por Hugo Machín Fajardo

¿Por dónde enfocar la crisis humanitaria venezolana? A todo lo que se ha denunciado desde hace años por gobiernos democráticos —a excepción del uruguayo que finalizó su administración en febrero— sea en la ONU, la OEA, la Unión Europea, como también las organizaciones de derechos humanos más representativas en el mundo occidental; decenas de ex presidentes del mundo, intelectuales que reivindican el auténtico papel crítico que siempre les caracterizó, se suma el drama del Covid19.

El sistema de salud venezolano agoniza. El Índice de Seguridad Sanitaria Mundial, elaborado por la Economist Intelligence Unit, clasifica su preparación para una epidemia en el puesto 176 entre 195 países. “La mitad de sus 306 hospitales públicos no tienen máscaras faciales, según Médicos por la Salud, una ONG”, informó The Economist, al tiempo que advirtió que ante la falta de pruebas y el seguimiento de los contactos, “la enfermedad se extenderá”.

Sumado a la crisis sanitaria y humanitaria, The Economist también puntualizó los efectos económicos que provocará el coronavirus en un país donde la inflación se cuenta por millones. “Un cierre nacional impuesto por el Gobierno el 17 de marzo se sumará a los efectos de la caída de los precios mundiales del petróleo. Las remesas de los venezolanos que viven en el extranjero están cayendo. Las exportaciones de oro e incluso de narcóticos están estancadas”, se informaba antes de que el barril llegara a los USD 20 en que se ubicó en estos días.

En este contexto se agregó el pedido de captura y recompensa realizado por Estados Unidos contra Nicolás Maduro y su cúpula, algo que politólogos venezolanos entrevistados por  el periódico caraqueño Tal Cual consideran contraproducentes, pues podría cohesionar el entorno del dictador e impedir una salida pacífica a la crisis política del país,

A través de un documento de 28 páginas, el Departamento de Justicia estadounidense acusa a Maduro y al líder del partido socialista Diosdado Cabello de conspirar con la guerrilla colombiana para "inundar a Estados Unidos con cocaína" y utilizar la venta de drogas "como arma contra" dicho país.

La justica estadounidense le imputa a los habitantes de Miraflores haber transformado a Venezuela en una central criminal al servicio de narcotraficantes y terroristas. "Calculamos que entre 200 y 250 toneladas métricas de cocaína fueron sacadas de Venezuela por estas rutas. Esas 250 toneladas métricas equivalen a 30 millones de dosis letales", declaró el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Los migrantes. Desde que la deficiente conducción del país en manos de una dictadura mafiosa degeneró en crisis humanitaria, se estima que 4,5 millones de venezolanos se fueron del país caribeño. La OEA y voceros de la agencia de refugiados de Naciones Unidas, ACNUR lo catalogaron como la emigración más grande que ha existido en la historia del hemisferio occidental. ​

Las escenas de esos migrantes trasladándose a pie, con sus maletas a cuesta, sus pequeños hijos caminado a su lado, expuestos a los riesgos que conlleva el transitar por territorios desconocidos, soportando el sol y la lluvia, durmiendo en las rutas, fue una primera visión dolorosísima durante 2019.

Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Chile, y otros países, asistieron a esta triste caravana de ciudadanos venezolanos mayoritariamente de escasos recursos, diseminarse por la región en busca de un trabajo— en alto porcentaje con destino informal—una vivienda precaria y educación para sus hijos. Salud, previsión social, todo lo que conforma nuestro diario vivir, para ellos quedó postergado y en muchos casos sin solución en el horizonte.

En estos días, tras el golpe dado por el Covid19 al trabajo informal en que se desempeñaban miles de venezolanos en la región, se repite esa imagen, en menor medida, de peregrinos de regreso con mayor dolor y frustración. Miles de venezolanos sin sustento, angustiados por la pandemia, privados de viviendas, obligados a retornar a su tierra. En los pasos de fronteras se verifica su presencia por centenares, esperando el franqueo aduanero, llenos de incertidumbre sobre qué les espera en Venezuela. El temor a morir en las calles, lejos del terruño, les obliga a marchar.

Esta caravana agrega a todo lo sufrido en la caminata de abandono de su país, la frustración y desesperanza del regreso con las manos vacías.

Alimentos. En las próximas semanas Venezuela podría enfrentarse a un gran desabastecimiento, según informa France24, por la nueva dificultad que deben superar los productores y transportadores de la cadena agroalimentaria: la escasez de gasolina existente en el país caribeño desde mediados de marzo. Hortalizas, frutas, tubérculos, leche y carne, están en riesgo de perderse porque no hay cómo trasladarlas desde la región andina hacia el norte y oriente del país, Caracas incluida. Las nuevas siembras también corren riesgo por la misma razón.

En los últimos 18 años, los productores han hecho esfuerzos mayores para sortear expropiaciones, escasez de insumos, falta de recursos para sustituir maquinarias y comprar tecnología, problemas de inseguridad, falla de electricidad, poco acceso a créditos bancarios y privilegio a las importaciones.

Petróleo. No hay. Las imágenes de motoristas desesperados por recargar sus vehículos se superponen con las filas interminables de vehículos de toda índole que esperan por gasolina o diésel. El pasado viernes 17 de abril las ambulancias de Bomberos y Protección Civil de la gobernación de Anzoátegui, al noreste del país, quedaron paralizadas por falta de combustible. Venezuela pasó de refinar un millón de barriles diarios a cero, explica Humberto Calderón Berti (78) quien trabajó 50 años en la industria petrolera, geólogo, ex ministro de Minería: “No es Estados Unidos el responsable de esa escasez, sino el saqueo a que fue sometida la industria petrolera. Es la corrupción, es el destrozo a que sometieron la principal industria de Venezuela”, dice desde su exilio español.

En 2002 Chávez despidió al principal grupo de técnicos petroleros y luego despidió a 20 mil empleados de Pdvsa sustituyéndolos por 100 mil sin experiencia, ni conocimiento ni trayectoria, agrega Calderón, en entrevista difundida el pasado 8 de abril.

El subsecretario de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Michael G. Kozak, aseguró que Maduro quiere una “negociación secreta” con la Casa Blanca sobre el futuro de la nación caribeña. No es que EEUU esté negociando, sino que “Maduro quiere una negociación secreta con el Gobierno de Estados Unidos, pero apoyamos a Juan Guaidó como presidente interino”, ha escrito Kozak el 14 de abril en su cuenta oficial de Twitter.

Kozak reiteró que el Marco para la Transición Democrática en Venezuela que propone la Casa Blanca, consiste en que tanto Maduro como el presidente (encargado) Guaidó se aparten para conformar un gobierno interino que guíe al país hacia unas elecciones presidenciales y parlamentarias “libres” en el plazo de seis a doce meses.

Venezuela recibió al Covid 19 con una economía reducida a menos de la mitad en seis años de recesión, precios disparados por la hiperinflación y una depreciada moneda local. La decisión gubernamental de suspender actividades laborales, salvo sectores esenciales como la alimentación o la salud, agrava el escenario de crisis humanitaria. La ONU envió 90 toneladas de ayuda humanitaria a ser recibidas por Maduro, lo que lleva a suponer a la oposición que serán prioritariamente distribuidas entre los chavistas portadores del “carnet de la Patria”.

La dirigente opositora y ex legisladora más votada en 2010 (235.259 votos) María Corina Machado, ha dicho que “No basta con salir de narcotraficantes y terroristas acusados. Este proceso de transición tiene que priorizar el combate a la corrupción. Por tanto, la solvencia moral de quienes la guíen es indispensable. Tienen que ser personas probas y capaces que generen confianza en los ciudadanos, la Fuerza Armada Nacional y en nuestros aliados internacionales. El mecanismo de selección de los integrantes del gobierno de transición debe garantizar la representación amplia de la sociedad y no una distribución de cuotas entre partidos”.