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01.02.20

¿Qué podría hacer el futuro gobierno uruguayo contra la violencia de género?

En promedio en Uruguay mueren anualmente 30 mujeres víctimas de violencia machista y 2019 terminó con 27 huérfanos por feminicidios. Una tragedia social que, además, ha estado denunciado y demandado por tres inmensas movilizaciones de mujeres. Uruguay podría apelar a la experiencia regional y un caso práctico de diseño de política pública lo ofrece Colombia.
Por Hugo Machín Fajardo

El último día de 2019, el presidente Tabaré Vázquez declaró “el estado de emergencia nacional en materia de violencia de género” a raíz de “la conmoción causada por los recientes actos de violencia ejercidos contra las mujeres”, según sostiene la resolución.

Aunque a primera vista parece una decisión acertada, complementada con aspectos educativos formales y no formales que abarcan hasta a la población reclusa uruguaya, también puede percibirse como un saludo a la bandera de una administración en retirada ante un problema que no es del último semestre ni mucho menos.

En promedio en Uruguay mueren anualmente 30 mujeres víctimas de violencia machista y 2019 terminó con 27 huérfanos por feminicidios.

Una tragedia social que, además, ha estado denunciado y demandado por tres inmensas movilizaciones de mujeres que el 8 de marzo en 2017, 2018 y 2019, hicieron sentir la ausencia de una política pública al respecto, ante una coalición política que ocupó el gobierno durante 15 años en tres periodos consecutivos.

La Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica reclama el cumplimiento de la ley de violencia basada en género de 2017, legislación que la vicepresidenta electa Beatriz Argimón asegura será dotada del presupuesto necesario.

La experiencia colombiana. ¿Qué podría hacer el futuro gobierno uruguayo en esta materia? Apelar a la experiencia regional es una vía. Un caso práctico de diseño de política pública lo ofrece Colombia.

En el departamento colombiano de Antioquia, una neuropediatra, Luz Imelda Ochoa (56), que estuvo al frente de la Secretaria de Mujeres de la gobernación entre 2016 y 2020, encabezó una labor de equidad de género que impactó en cuatro mil mujeres a través de diferentes programas que bien podrían ser replicados en países como Uruguay. Veamos algunos.

El Sistema Unificado de información de Mujeres tuvo en el período un incremento de un 35% en visitas de la página web donde existe una diversidad de cursos que van desde módulos de Mujer Políticas a los de formulación de proyectos, procesos y productos para organizaciones de mujeres.   

Bus TIC, una apuesta en territorio de acceso de las mujeres a la sociedad de la información y de manejo de las TICs, desplazándose de la tecnofobia al tecnointerés, tanto para mujeres como para hombres, mediante un bus provisto de las herramientas informáticas.

SIEMBRA. Proyecto que aporta bienestar de las mujeres desde el trabajo en seguridad alimentaria, autonomía económica y construcción de paz. Se buscó disminuir la feminización de la pobreza, con el generamiento de espacios sostenibles mediante granjas agropecuarias con sistemas productivos eficientes que incrementaron la productividad. Son 37 granjas en promedio, con 10 mujeres beneficiadas por granja, y cada una de ellas con un núcleo familiar de 5 personas. Un total de 370 mujeres y un impacto en 1850 personas vinculadas indirectamente. De estas mujeres beneficiadas, 269 son víctimas del conflicto armado que asoló a Colombia 

Observatorio de Asuntos de Mujer y Género, un programa que desarrolla contenidos en la sociedad de información promotores de la equidad de género.

Política pa´ Mujeres. Con el objetivo de fortalecer los procesos de participación política de las mujeres a través del acompañamiento y la formación técnica, se formaron 400 mujeres en modo presencial y virtual en conocimientos normativos e institucionales del proceso electoral; historia y actualidad política y carácter organizativo de las entidades territoriales.

Concurso Mujeres Emprendedoras. Que impulsó iniciativas emprendedoras de mujeres a través de asistencia, acompañamiento constante desde 2016 mediante tres fases ejecutadas por operadores. Son 1.151 mujeres que avanzaron en sus vidas, hogares y comunidades, impactando positivamente en cada lugar y dinamizaron la economía regional.

Mujeres Asociadas. ¡Adelante! Este programa en asociación con una fundación bancaria local, ofrece una ruta de desarrollo de competencias para acompañar a 311 organizaciones sociales en su proceso de maduración tras una capacidad de gestión eficiente como para ser sostenibles y de alto impacto en la region donde operan. 

Esta neuropediatra Ochoa, ganada para la política, adquirió notoriedad en 2011, cuando encabezó un movimiento municipal por el voto en blanco que resultó triunfador en el municipio antioqueño de Bello, aquejado por administraciones fuertemente cuestionadas por corrupción. Se trata de un municipio de 500 mil habitantes con fuerte presencia empresarial e industrial

Con posterioridad a su actuación como concejala, Ochoa fue convocada por el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, para desempeñarse en la Secretaría de las Mujeres de la Gobernación de Antioquia.

¿De dónde partió? De una realidad muy dura. Solamente en Medellín, capital departamental, a fines de 2019, cerca de 70 mil mujeres tienen medidas de protección por violencia intrafamiliar lo que ha llevado a que un colectivo formado por universidades y la sociedad civil promueva la declaratoria de crisis humanitaria.

En Latinoamérica los presupuestos municipales y nacionales para áreas de mujeres por lo general son insuficientes. Ochoa partió de lo que había, sin dejarse ganar por el “no hay rubros”; quizás también, como ha constatado el filósofo estadounidense Richard Harwood, detectando la conexión entre asuntos locales y resiliencia nacional.

Ochoa comenzó desde donde estaba, contando únicamente con los recursos disponibles. Combatiendo a los problemas que están detrás de los problemas, operando mediante redes; con pragmatismo y creatividad.

Ella lo sintetiza así: “desde las neurociencias aplicadas y la transformación del individuo y su entorno. Mi primer territorio soy yo, mis marcas son, primero, neurotransformación; segundo, neurocrianza; y tercero, equidad de género y evolución desde la neurotransformación”.

No sería desacertado replicar experiencias similares en donde se ha declarado la emergencia nacional ante la violencia de género. Es con educación y formación por donde se empieza.