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23.10.19

«Pluriporquería» de ayer y símiles de hoy

Fidel Castro decía que «el pluripartidismo es una pluriporquería». Bitácora de intentos de consolidar partido único en Latinoamérica: Venezuela, Nicaragua y Bolivia. Tanto Nicolás Maduro como Daniel Ortega y Evo Morales se perpetúan en el poder luego de realizar fraude electoral.
Por Hugo Machín Fajardo

1991. Cuba. A dos años de la caída del Muro de Berlín, Fidel Castro se enfureció con los sandinistas de Nicaragua por haber cumplido con el proceso electoral democrático que les significó la derrota. La única revolución armada triunfante contra una dictadura latinoamericana, se desvanecía. Ese mismo año, en El Salvador, la guerrilla iniciaba el final del conflicto armado para encarar la vida democrática. Castro decía por entonces que “el pluripartidismo es una pluriporquería”.

2007. Venezuela. Hugo Chávez convoca a un referéndum para reformar la constitución, eliminar el Estado democrático y Social de derecho y de Justicia y convertirlo en un “Estado Comunal” o “del Poder Popular”. La ciudadanía lo rechaza.

2008. Nicaragua. En las elecciones municipales, los observadores nacionales documentaron un fraude a favor del Frente Sandinista de Liberación Nacional en al menos 40 de los 153 municipios incluida la capital.

2011. Nicaragua. En las elecciones presidenciales y legislativas la misión de la Unión Europea resaltó la “opacidad y falta de transparencia”, que le permitieron al partido de Daniel Ortega en el Gobierno, alzarse con el control de las dos terceras partes del Parlamento.

2015. Venezuela. Se dio el primer revés electoral del chavismo, donde perdió la mayoría parlamentaria y el Partido Socialista Unificado de Venezuela (chavista), cambió su estrategia para consolidarse como partido único. 

2016. Nicaragua. En junio, Ortega expulsó del país al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y desafió a la Unión Europea, al Centro Carter y a la OEA al cerrarle la puerta a cualquier iniciativa de observación electoral.

Al proclamar su candidatura a la reelección para mantenerse en el poder por tres períodos consecutivos, Ortega se reveló como un autócrata todavía obligado a convivir con una democracia electoral diseñada a medida, sin transparencia ni competencia.

2016. Bolivia. En febrero el 51,31% de la ciudadanía boliviana le dijo “No” a la aspiración de Morales de entronizarse en el poder compitiendo por un cuarto mandato. Un 48, 69 % le dio su apoyo.

2016. Nicaragua. En julio, el Tribunal Electoral, controlado por Ortega, despoja a la oposición de sus escaños parlamentarios obtenidos en la elección de 2011, e impone en Nicaragua un régimen de partido único.

2017. Venezuela. El decreto presidencial No. 2830, de 1 de mayo, convocando una Asamblea Nacional Constituyente, constituye un fraude constitucional y un fraude a la voluntad popular que ya había rechazado una iniciativa similar en 2007. No obstante, Maduro ejecuta el fraude con el objeto de sustituir el parlamento elegido en 2015 con ciudadanos de filiación chavista.

La oposición celebró un referendo informal dos semanas antes del convocado por Maduro en las que aseguró haber contado con más de 7,6 millones de votos en rechazo de la iniciativa.

Smartmatic, la empresa a cargo del sistema de voto electrónico empleado en las elecciones a la Asamblea Constituyente de Venezuela, denunció en agosto que “hubo manipulación del dato de participación”, y la BBC informó que, según el director ejecutivo de la compañía, Antonio Mugica, “la diferencia entre la cantidad anunciada [por el régimen] y la que arroja el sistema es de al menos un millón de electores”. Maduro dice que el 41,53% del electorado- 8 millones en las urnas-  votó en esa elección.

“Se confirma el fraude electoral más grande de la historia de Latinoamérica en porcentaje y millones de votantes #Venezuela”, escribió el secretario general de la OEA, Luis Almagro en su cuenta de la red social Twitter.

2018. Venezuela. Maduro tiene cooptado el Consejo Nacional Electoral y convoca a elecciones nacionales. El régimen hizo todo lo posible para asegurarse el camino libre a una extensión de su mandato hasta 2025, inhabilitando a sus rivales antes del voto y obligándolos a huir o encarcelándolos. La oposición decide no concurrir debido a la falta de garantías y se registra un abstencionismo que ronda el 70% - 80 %. Países latinoamericanos, EEUU y la Unión Europea desconocen el resultado.

2018. Bolivia. En diciembre el Tribunal Supremo Electoral, cooptado por Morales, autoriza al Presidente Morales a presentarse a la reelección con el absurdo argumento, de que “la reelección presidencial es un derecho humano”. El secretario general de la OEA, Luis Almagro cuestiona que se trate de un derecho humano.

2019. Bolivia. En mayo, Evo Morales, quien cuenta con el aparato del Estado a su favor y recursos públicos para su candidatura, obtiene, además, el apoyo de Almagro en su carrera presidencial.

2019. El 20 de octubre se interrumpe abruptamente el escrutinio electoral cuando las cifras daban ganador a Morales, pero a menos de los10 puntos necesarios para evitar el balotaje. Segundo aparecía el candidato opositor Carlos Mesa. La misión de observación electoral de la OEA cuestiona la interrupción y denuncia la inequidad de la competición electoral, pues Morales ha volcado todo el peso estatal a su favor en detrimento de sus competidores.

El martes 22, El rector de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y miembro del Comité Nacional en Defensa de la Democracia (Conade), Waldo Albarracín, denuncia que el domingo 20 de octubre, cuando se conocía el 83,76 % del escrutinio primario “entre las 19:30 pm., tanto el trabajo del programa universitario Tu voto cuenta, referido al conteo rápido; así como el trabajo del TREP [transmisión de resultados preliminares electorales] coincidían en que Evo Morales y Carlos Mesa tenían acumulados porcentajes que indefectiblemente los llevaban a segunda vuelta. No había ganador con mayoría absoluta. Y eso era irreversible. Pero cerca de las 20: 00 pm, el Tribunal Supremo Electoral decide suspender el reconteo de votos hasta el lunes de noche en que Morales parece con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo. Es decir, en 24 horas fabricaron un fraude grosero, abusivo”.

El martes 22, el vicepresidente de la junta electoral de Bolivia, Antonio Costas, renuncia a raíz de la interrupción de la publicación del resultado electoral.