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19.07.18

La reina de corazones

(7 Miradas) Más allá de los conflictos generados, al no ser la política un mundo de ángeles y demonios, sino una mezcla infinita de ambos, muchos se preguntan en la intimidad quién es realmente Elisa Carrió. Si la diputada que defenestra a personajes como Scioli, o la que alguna vez le dijo a un legislador provincial de la Coalición Cívica «no te metas con Scioli, que Daniel es un amigo».
Por Carlos Fara

(7 Miradas) En quién estaría pensando Lewis Carroll cuando describió al personaje la reina de corazones en “Alicia en el país de las Maravillas”. Recuerden que ante cada enojo ordenaba “Que le corten la cabeza!”.

De a ratos parece que la política argentina tiene a su propia reina de corazones, ya que oscila entre el enojo, la ironía, la denuncia y el conflicto, todo el tiempo. No tiene matices y pontifica sobre quiénes son los salvados y los condenados en el mundo de los mortales.

La Dra. Carrió no deja conflicto sin crear y verdad absoluta sin revelar. Nunca tuvo tanto poder en su vida. Y como se reflexiona habitualmente: el poder no corrompe, el poder delata. Delata cómo es en realidad una persona.

El gobierno ya no sabe qué hacer con ella y siguen con simulado interés su estado de salud. Sus ex correligionarios preferirían que se vaya de la coalición.

Es una provocadora innata e incansable. Es astuta y tiene rapidez mental. Lo que no significa éxito asegurado. Quizá todo lo contrario. En política siempre debe haber aliados implícitos, funcionales: son aquellos a quienes les convendría que a uno le vaya bien, al menos no desaparezca. Es un juego eterno de la política.

Cada conflicto que genera Carrió, aunque a veces le sirva al gobierno, le va multiplicando las preocupaciones, las cuales no necesita en este estado de tormenta. Cada actor político que habla con el macrismo tiene una queja y un pase de facturas debido a algún ataque de Carrió. Y la Casa Rosada se ve en la incómoda situación de entrar teniendo que calmar a sus interlocutores.

Solo para pasar revista: los radicales en general, Sanz, los gobernadores peronistas, el intendente de Santa Fe José Corral, los massistas, Monzó, los kirchneristas, los macristas que votaron a favor del aborto, los sindicalistas, los empresarios que no invierten. O sea, prácticamente todo el arco político y social.

El punto es cómo sigue esta historia. Cuando alguien se convierte en un peso excesivo, es un lastre difícil de sostener. Buena parte de este intríngulis se va a develar cuando ella empiece a opinar cada vez más sobre réprobos y aprobados al integrar las listas de 2019. En varios lados está apostando a personajes inconducentes, sin ningún tipo de racionalidad política y/o electoral.

Seguro es una buena táctica. Quedan dudas sobre si realmente es una estratega. En eso le va ganando Durán Barba, más allá de las críticas que está recibiendo el consultor ecuatoriano en esta coyuntura política.

Más allá de los conflictos generados, al no ser la política un mundo de ángeles y demonios, sino una mezcla infinita de ambos, muchos se preguntan en la intimidad quién es realmente Elisa Carrió. Si la diputada que defenestra a personajes como Scioli, o la que alguna vez le dijo a un legislador provincial de la Coalición Cívica “no te metas con Scioli, que Daniel es un amigo”.

Todo un misterio que solo podría develar un matemático como Lewis Carroll.

Fuente: 7 Miradas (Buenos Aires, Argentina)