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24.03.18

Costa Rica entre la democracia y el fanatismo

En la primera vuelta electoral del 4 de febrero pasaron al balotaje dos candidatos con menos del 25% de los votos emitidos: Carlos Alvarado, el ex ministro de Trabajo del gobierno del presidente Luis Guillermo Solís, y el diputado y predicador evangélico, Fabricio Alvarado, del Partido de Restauración Nacional (PRN), que superó al primero por tres puntos porcentuales.
Por Hugo Machín Fajardo

El 1°de abril Costa Rica decide si mantiene el establecimiento que ha caracterizado al país como una excepción latinoamericana de continuidad democrática dentro de los parámetros habituales de laicidad, independientemente de los partidos que han gobernado desde que José “Pepe” Figueres organizara una revolución liberal en 1948 contra el fraude electoral; o cambia hacia un régimen fuertemente impregnado de la religiosidad excluyente que caracteriza a las confesiones evangélicas de crecimiento sostenido en la región.

Así están planteadas las cosas luego de la primera vuelta electoral del 4 de febrero en que pasaron al balotaje dos candidatos con menos del 25% de los votos emitidos, Carlos Alvarado, el ex ministro de Trabajo del gobierno del presidente Luis Guillermo Solís, por el Partido de Acción Ciudadana (PAC); y el diputado y predicador evangélico, Fabricio Alvarado, del Partido de Restauración Nacional (PRN), que superó al primero por tres puntos porcentuales.

¿Qué dicen las encuestas realizadas entre la primera y esta segunda vuelta? La última, al cierre de esta columna, es del 6 de marzo, ofrece un empate técnico y el responsable del sondeo, el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica, sostiene que mientras que Fabricio Alvarado obtiene más adhesiones entre quienes no votaron en la primera ronda, Carlos Alvarado logra votos de partidos que en febrero quedaron fuera de la contienda electoral. Posiblemente ello sea fruto de que el candidato oficialista convocó a un gobierno de unidad nacional en la misma noche de la primera vuelta, en tanto el diputado y predicador refirmó su consigna de que “nunca más se metan con nuestros hijos” emblema de su campaña política.

Carlos Alvarado (PAC) 41%

Fabricio Alvarado (PRN) 39%

Indecisos 20%

Otra encuesta de la empresa OPol Consultores para “El Mundo”, difundida el 2 de marzo, ubicó a Fabricio Alvarado con 12 puntos de ventaja sobre su contendor:

Fabricio Alvarado (56,1%)

Carlos Alvarado (43,9%)

Lo que está en juego es más que el futuro de los costarricenses. Centroamérica es una región que, por razones ya planteadas expuestas en anterior columna las iglesias evangélicas y pentecostales ganan adeptos. O también el esoterismo, como el de Rosario Murillo, esposa del presidente nicaragüense Daniel Ortega, verdadero poder detrás del sillón presidencial, quien impulsa una suerte de ocultismo revelado en un programa televisivo de la cadena internacional History Channel llamado “Brujos del Poder”.

Fabricio Alvarado en reciente entrevista desarrollada en Radio Monumental, de San José, tuvo varios traspiés que denotan cierta improvisación. Uno de sus eslóganes de campañas es la reforma de las leyes anticorrupción, pero al ser preguntado sobre la pena actual para el delito de peculado, 13 años, no supo qué responder. También quedó en blanco al preguntársele por su propuesta de reducir la plantilla de empleados públicos, pues no conocía el número actual de funcionarios estatales de Costa Rica, 330 mil, según le informó su entrevistador el periodista Randall Rivera.

En dos temas más el candidato patinó. No supo responder sobre cómo instrumentaría su propuesta de unificar los regímenes pensionales del país. Y, en otro momento de la entrevista, Fabricio Alvarado vinculó el aumento del crimen organizado en el país con la presencia de inmigrantes, pero el entrevistador le hizo saber que la mayoría de los crímenes –que por cierto ha tenido un incremento record, pasó del 8,7 en 2013, al 11,8 por cada cien mil habitantes- es responsabilidad de los costarricenses.

Fortalezas. Pero el candidato predicador tiene fortalezas que emanan del fanatismo, la manipulación y el autoritarismo.

Su jefe de campaña, Juan Carlos Campos, además de mentir, pues se adjudica la autoría del   eslogan 'con las manos limpias', ya utilizado con éxito, como documenta el periódico La Nación de San José, por el expresidente José Joaquín Trejos Fernández (1966-1970); sostiene que el día de la elección “Dios se encargará de recordarle a la gente lo malo de este gobierno”.

Fabricio Alvarado no permite que sus diputados electos en febrero realicen declaraciones a la prensa, y él mismo exige para las entrevistas que se le haga llegar previamente en formato digital el cuestionario con las preguntas.

Durante uno sus discursos de la campaña de la primera vuelta, afirmó que la homosexualidad es promovida por “el diablo” y llamó a “restaurar” a los gays. El 27 de febrero la Sala IV del Poder Judicial costarricense reiteró su no oposición a la Educación para la Afectividad y Sexualidad, que el Ministerio de Educación Pública ha implementado para los alumnos de primaria y que el PRN combate frontalmente.

Un día antes el candidato predicador había sostenido que su “primera acción de gobierno” será cambiar el decreto que no discrimina a la población LGTBI.

La psicóloga Ivonne Acuña, otra pastora evangélica y el periodista Francisco Prendas, acompañan la fórmula presidencial de Fabricio Alvarado. Acuña tiene presencia cotidiana en la programación de la cadena religiosa de televisión Enlace TV y su familia está asociada con la dirigencia del canal, uno de los grandes capitales del neopentecostalismo nacional y continental.

La madre de Acuña, María Teresa Cabrera, vicepresidenta de la Asociación Guardianes del Muro, presidida por Juanita Cercone, esposa del dueño del Enlace TV, dirigen un programa en el canal que busca “la intercesión profética de avanzada a escala mundial y guía al creyente sobre cómo proteger el alma y el espíritu”.

La esposa del candidato presidencial, Laurita Moscoa, difundió un video en el que dialoga con una profeta. Ambas mujeres aparecen ante cámara con sendos ejemplares de la Biblia abiertos. Durante el video, Moscoa dice haber visto varios milagros y ella haber sido protagonista de un milagro de sanación (minuto 10, 54”) y en el minuto 13´, a la esposa de Fabricio Alvarado se la puede ver hablando “en lenguas” que, dice, le son insufladas por un espíritu santo.

Alexandra Loria, diputada sustituta de Fabricio Alvarado, propuso promover la “abstinencia, monogamia y fidelidad” como normas de conducta para la ciudadanía.

Una asesora del candidato predicador fue denunciada por el Ministerio de Educación por fingir ser ciega, entre otras múltiples situaciones provenientes de una religiosidad ultra fanática.

Por su parte, el candidato oficialista, Carlos Alvarado, generó una política de alianzas con el resto del espectro partidario. Sus candidatos a las vicepresidencias son una economista afro costarricense, ex diputadas, Epsy Campbell, defensora de la eficiencia en el gasto estatal. El otro aspirante a la vicepresidencia es un ex sindicalista de la educación.

Un acuerdo con el excandidato presidencial del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Rodolfo Piza, llevó la ex candidata a la vice del PUSC, Edna Camacho, a ser designada coordinadora del equipo económico de Carlos Alvarado. El PUSC, que triplicó sus votos entre 2014 y 2018 y obtuvo el 16% de los votos válidos en la primera vuelta electoral.